Una ciudad en caos

Una ciudad en caos

Estamos al borde de un colapso de nuestra ciudad porque sus dirigentes, especialmente los que deberían organizar el tránsito vehicular, parece que se han olvidado de los conocimientos fundamentales sobre las actividades viales, pero a pesar de esos descuidos, todavía sentimos cierto optimismo, porque somos de los pocos que nos hemos ocupado de estudiar a fondo los problemas viales de nuestras vías de comunicación, desde que fuimos estudiantes de ingeniería de nuestra Universidad de Santo Domingo; que para nuestra graduación, nuestra tesis fue sobre los beneficios sociales y económicos de nuestras vías de comunicación y además, por varias ocasiones, tanto que en distintos periódicos del país, hemos insistido en la importancia de la educación vial por todos los establecimientos nacionales, pero, si continuamos por el camino que vamos, fácilmente podríamos colapsar y entonces sí resultaría costoso, iniciar las medidas fundamentales que es preciso establecer, empezando por la policía destinada en poner en práctica las leyes y reglamentos del tránsito terrestre, ya que como hemos podido determinar, los tapones ó aglomeración del tránsito, quienes mas lo ocasionan son los policías que tienen a su cargo la vigilancia en los semáforos, quienes con sus audacias eliminaran estos útiles equipos que con tantos sacrificios nuestros gobiernos han adquirido y que tanto dinero se gasta en su funcionamiento, hasta la energía eléctrica que consumen. Si se quitan los Amet de las esquinas el transito será fluido y ordenado. ¡Por favor instruyan a esos ciudadanos, que con un teléfono en sus manos solamente atienden a los funcionarios que transitan por nuestras vías!
Actúen rápido, si no, las ciudades del país van a colapsar.

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