Lo que inició como un simple hobbie, ahora es su pasión. Janette, en cada Navidad,  adorna su hogar con una colección de más de 60 «casitas» navideñas, que coloca con precisión y organización.

POR HELEN JÁQUEZ
Amar la Navidad implica amar a su prójimo, amar a la familia y tratar de crear un ambiente familiar lleno de paz y armonía. Y todo esto se logra no sólo a través de la comunicación y la confianza, sino también en el calor del hogar y cómo cada quién  pueda recibir esta época tan importante.

Una mujer que ha tratado desde hace 17 años de llenar su hogar del espíritu navideño en cada rincón de su casa, es la señora Janette Cardy de Guzmán la cual recrea villas navideñas que emanan Navidad en cada elemento que la complementa.

Lo que inició como un simple hobbie, ahora es su pasión. Janette, en cada Navidad,  adorna su casa con una colección de más de 60 «casitas» navideñas, que coloca con precisión y organización.

En esta pequeña ciudad de ensueño cada uno de los elementos cobra vida, dando la ilusión de movimiento en cada uno de los «seres» que en ellas habitan.

Desde una hermosa cascada, unos novios saliendo de la iglesia, un parque de diversiones, hasta un puerto es lo que usted puede disfrutar en este destello de creatividad en el cual se destaca ante todo la presencia de la Navidad.

«Cada año es un reto y este me inspire en el mar, un  puerto y los ríos que surgen de las montañas; de los peces en el agua. Traté de incorporar la naturaleza a la ciudad para hacerlo  lo más real posible», dice Janette.

Aquí cada elemento tiene un motivo, un significado y una expresión en sí.

«Me gusta la Navidad, es la época en la que se olvidan todos los problemas, le permite a uno disfrutar de la familia, y aunque ya no tengo niños para mí es un placer que los demás disfruten de algo que yo realicé», agregó.

Este «pequeño» montaje de villas navideñas tardó tres meses para poder llegar a su culminación y dejar plasmada toda la creatividad que aquí se refleja.