Una concurrida Bienal

Una concurrida Bienal

El dibujo, orgullo nuestro, jamás desmentido, se relegó.

La premiada pintura de Dustin Muñoz es la gran obra que, felizmente, van a recordar como “marcabienal”.
(y 2 )
Fue nuestra cuarta visita, un domingo, y comprobamos, con mucha satisfacción, la asistencia de un público numeroso, risueño, ordenado, a menudo en familia, enarbolando los celulares….

Obviamente, se divertía, lo que es un propósito mayor del arte, y tal vez esa reacción alegre provenía de la ausencia de un arte contemporáneo radical… que pocos comprenden y aprecian.

Sin embargo, la Bienal debería marcar el ingreso, decisivo e irreversible, de una nueva imagen en las artes visuales dominicanas, introduciendo y proponiendo –individual e institucionalmente- una expresión de avanzada, como una forma de educación y evolución

La presente edición no ha tenido en cuenta esa necesaria apreciación. La selección excesiva, que ya mencionamos, ha contribuido a que se mantengan cánones establecidos hace varias décadas.
Ahora bien, “preservar” la tradición no parece tan grave como presentar obras desagradables, francamente deficientes en técnica y careciendo de concepto.

La indulgencia en pintura, que constituye el patrimonio artístico nacional sobresaliente, no fue la única…. Se aceptaron más que deficiencias, casi desastres en instalaciones… que hasta parecían una burla en contra de esa misma categoría.
El dibujo, orgullo nuestro, jamás desmentido, se relegó, y nuevamente la escultura aceptó su entierro. La fotografía demostró el vigor que le reconocemos, aunque poco relevante y reiterativa en sus imágenes. ¡Leonardo Durán salvó el grabado!

La abundancia de obras y a veces sus formatos caprichosos hicieron la museografía muy difícil. El montaje finalmente se convirtió en una distribución, horizontal, que hasta afectó negativamente obras importantes, como fue el caso del Gran Premio, pasando casi desapercibido, con un “enfrentamiento” perjudicial.

Por razones de espacio, nos limitamos a anotaciones parciales, y hoy no comentamos la exposición –invitada- de José García Cordero, una Opera Nera que demuestra tanto valentía temática como excelencia técnica.
Observación de un especialista
“No parece una Bienal, sino una inmensa exposición colectiva”.

Actividades
Las actividades teóricas, que se celebran periódicamente en el Auditorium del MAM, arrancaron positivamente y se perfilan como muy exitosas.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas