Una cremosa y dulce tradición

Una cremosa y dulce tradición

Te voy a enseñar a hacer el majarete… se guaya el maíz… así así así, se le echa la leche, la leche de vaca… se menea, se menea, se menea”. Esta es una popular canción infantil que de seguro los que nacieron en los años 80 y 90 recuerdan.
Al entonar este tema a más de uno le entraban ganas de bailar, y también de saborear esta cremosa, suave y dulce tradición que los dominicanos heredamos de los aborígenes.
Este postre, que tiene como gran protagonista al maíz acompañado con leche, azúcar y canela, además de ser sabroso, es de fácil preparación y bastante nutritivo, gracias a los beneficios de su ingrediente base: el maíz.
Es consumido en todas la regiones del país, pero en el Cibao, especialmente en Cotuí es muy popular su venta. Es así como muchas personas realizan viajes a esa ciudad con el exclusivo objetivo de degustar el preciado dulce.
En muchos campos dominicanos, además de servir de postre, el majarete se prepara de cena o desayuno. Puede comerse tanto acabadito de hacer como frío de la nevera ¡tú decides como disfrutarlo!
Un postre caribeño. Se dice que el majarete es un platillo que tiene su origen en los aborígenes, mientras que muchos aseguran que nació de una fusión de un postre traído desde Europa, al cual los latinos le agregaron ingredientes que tenían a mano.
Conocido en otros países como crema de maíz tierno, este manjar también es muy popular en Cuba, Venezuela y Puerto Rico. Se cocina parecido al criollo, con algunas variaciones.

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