Una crisis global mutante

Una crisis global mutante

El detonante de la peor crisis financiera desde el crack del 1929  fue el estallido en EU de la burbuja hipotecaria subprime, pero el contagio se trasladó a Europa en donde actualmente se está desarrollando una crisis de deuda en países periféricos de la Unión Europea que pueden  retroalimentar otra recesión de esta crisis global mutante.

En EU la crisis no ha concluido y a pesar de que se arribó a última hora a un acuerdo político elevando el techo de la deuda,  simultáneamente se estableció una reducción del déficit  que anula toda posibilidad de estímulos fiscales en momentos en los cuales se advierte una recuperación anémica (proyecciones a junio del FMI estiman en 2% el crecimiento este año y 1.7% el próximo) mientras persiste un desempleo cercano al 10% y caída en la producción industrial.

Aparte de Islandia, que pasó de milagro económico a primer país subprime, Grecia fue el primer país de la UE en manifestar los síntomas de una crisis de deuda. Esa nación, gracias al concurso del banco de inversión Goldman Sachs, logró maquillar sus datos sobre déficit y deuda para ingresar a la UE, pero cuando se supo la realidad los mercados reaccionaron y con una deuda equivalente al 115% del PIB y un déficit de 12.7% del PIB en el 2010, fue la primera nación rescatada por una acción conjunta de la UE y el FMI el pasado año, y recientemente se produjo el segundo rescate, con la participación de los bancos en una especie de default selectivo.

La otra réplica del terremoto principal impactó en Irlanda, el impresionante “tíguere Celta”, nación que en el 1981 era la más pobre de la UE y en menos de quince años, gracias a políticas de apertura y atracción de la inversión extranjera, la convirtieron en segunda en termino de ingreso per cápita en la UE. Antes de la crisis global Irlanda exhibía excelentes resultados macro-económicos; pero el estallido de una burbuja inmobiliaria, la quiebra de los principales bancos y el  rescate elevaron el índice de deuda y el déficit fiscal, provocando el castigo de los mercados y el segundo rescate conjunto.

Portugal con sus problemas de competitividad, bajo nivel educativo en relación al resto de la UE, más una deuda/PIB rondando el 120% al cierre del 2010, sufrió el castigo de los mercados con la elevación de su prima de riesgo y se convirtió en el tercer país rescatado.

En la lista de los potenciales rescates se ubican España e Italia. “Muy grandes para caer y muy grandes para ser rescatadas”. España antes de la crisis global exhibía superávit fiscal y bajo nivel de deuda, pero el estallido de la burbuja inmobiliaria elevó el déficit fiscal a 9.7% del PIB en el 2010 y su prima de riesgo rompe cotas históricas cada día. Italia no sufrió una burbuja inmobiliaria pero presenta una deuda externa cercana a los 1.84 billones de euros, equivalente al 120% de su PIB.

Estamos en presencia de la más grave crisis en la era de la globalización, una crisis mutante cuyo desenlace es impredecible, que está teniendo y tendrá costes sociales terribles y la reducción del estado de bienestar característico de las principales naciones de Europa.

En esa situación global es admirable que la pequeña economía de la RD haya logrado mantener el crecimiento con estabilidad, con un déficit fiscal e índices de deuda relativamente bajos, y ese desempeño se basa fundamentalmente a un gobierno eficiente en el manejo de situaciones críticas que goza de la absoluta confianza de los agentes económicos.

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