Una crisis provocada por “gente importante”

Una crisis provocada por “gente importante”

La mentalidad arquitectónica y maquillada de la mayoría de los que componen la cúpula dirigente mundial sin pasar por alto las de algunos locales, que pretenden igualar y resaltar las grandezas materialmente de las naciones poderosas, pero son incapaces de ver lo que ocurre en el seno de millones de familias que carecen de las cosas más elementales para una vida digna, son los que en este momento hablan de gran crisis, la que en realidad se va a superar con cifras o papeles, mientras los marginados no tienen lentes con capacidad para ver el final del túnel de su triste y amarga situación.

La crisis desatada en la llamada nación más poderosa del mundo, la que se ha producido sencillamente por la voracidad de los sectores que mueven y promueven inversiones y por la mentalidad insaciable del sector financiero a quienes se les ha permitido erigirse como los amos y señores del dinero que en realidad les pertenece tanto a ricos como a pobres, estableciendo reglas que aplican según sus conveniencias. Lo lamentable del caso es que, aunque la crisis en realidad es de cifras, papeles y traspasos de nombres y oportunidades, los que no tienen vela en ese entierro, de alguna forma pagarán las consecuencias y sentirán mayor estrechez en sus disponibilidades ya disminuidas.

Sucumbirán unos que al final se asociarán con otros. Perderán algunos en los negocios bursátiles, pero se beneficiarán otros. Ninguno pasará a la lista de los que necesitan de cupones para vivir. Ninguno de los que han contribuido a empobrecer a millones, dejara de ser persona importante en el mundo de la información y el espectáculo. Todos de una forma u otra continuarán asesorando, administrando o dirigiendo desde sus lujosas residencias, tanto a políticos como a personas del mundo financiero, de allá de otras partes.

Dentro de unos meses, todo terminará en una fecha histórica para que se recuerde en el mundo entero, pero los ricos continuarán siendo ricos y los pobres aún más pobres. Nuevos nombres de instituciones financieras.

Nuevas formas de hacer inversiones. Diferentes reglas, pero al discurrir del tiempo, todas se irán acomodando nuevamente, porque ellos ponen las reglas y ellos son los que dirigen.

Los reales culpables nunca aparecerán. El sistema se encargará de protegerlos. Todos pertenecen al mismo clan. Talvez alguno sea usado de chivo expiatorio, pero el mundo financiero no puede colapsar. Se cerrarán algunas puertas y abrirán otras con diferentes tarjas o emblemas, pero operando del mismo modo, cambiando algunos estilos, pero al final todo igual.

Lamentablemente lo mismo no podrá decirse de los que no tienen nada y sin embargo sentirán la crisis más que los que la provocaron. Pero así es el mundo que hemos permitido construir, del esplendor y la fanfarronería. Del derroche y el despilfarro. Un mundo que se deshumaniza aceleradamente, pero mientras tanto hay que rendirle tributo a los que a pesar de su insaciable voracidad se les asigna el calificativo de gente importante.

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