Una cruzada por la enseñanza

Una cruzada por la enseñanza

La construcción de 18 mil aulas en dos años, anunciada por el Presidente Danilo Medina, constituye un hito en cuanto a la modalidad y parámetros que regirán el proceso para hacerlo más transparente e incluyente. El sorteo de las obras entre los ingenieros del DN y las 31 provincias, la fiscalización por parte de la Contraloría General de la República y la adquisición de los materiales en comercios de las provincias beneficiarias son iniciativas que responden a criterios distributivos de gran mérito.

 Estas obras forman  parte muy importante del plan del Gobierno por mejorar la enseñanza pública, que comienza con la asignación de un 4% del PIB para Educación, continúa con la aplicación del horario extendido, mejora de la currícula magisterial y otras innovaciones. El horario extendido es la parte del plan que genera la demanda de construcción de nuevas aulas, porque afectará la distribución de las tandas de enseñanza donde se aplicará inicialmente.

 Solo falta que las aulas sean construidas con apego a los parámetros que garantizan mayor rendimiento en el proceso enseñanza-aprendizaje. Actualmente se apretuja a decenas de estudiantes en  aulas sin facilidades audiovisuales, lo que reduce de manera dramática  el aprovechamiento  de la enseñanza. Por lo demás, se ha dado un gran paso en beneficio de la educación, la justicia distributiva y la transparencia.

Preocupación por medicinas

Las autoridades de muchos países tienen dos motivos de gran preocupación. Uno de ellos es la enorme cantidad de medicamentos falsificados que ingresan al mercado, con todas sus graves consecuencias para la salud. El otro es el libertinaje en la publicidad de fármacos que deberían usarse bajo prescripción médica, pero que son puestos al alcance del público, lo que puede inducir a la generalmente dañina automedicación.

La enorme cantidad de medicinas falsificadas, la piratería de marcas y fórmulas y las sustancias aparentemente inocuas que se hacen pasar como medicinas son un dolor de cabeza mundial, por sus graves consecuencias sanitarias y económicas. Y la publicidad y venta libre de fórmulas es, para países como la República Dominicana, un desafío que debe ser encarado con mucha seriedad para atenuar los daños sobre la salud. Hay que atacar  ambas cosas.

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