Una cuatrilliza estable, otra no come

Una cuatrilliza estable, otra no come

POR ALTAGRACIA ORTIZ GOMEZ
La cuatrilliza que nació en segundo orden en el hospital de la Mujer hace diez se mantiene estable, pero la que nació último tiene dificultades para alimentarse, dijeron ayer los doctores Ángel Terrero y Leonora D’Espósito.

De los cuatrillizos que nacieron prematuros de una madre de 22 años han muertos dos por hemorragia intracraneal y pulmonar.

«Diana Isabel está estable, pero Went Estéfanis tiene dificultades con la alimentación y en ese tipo de bebés la nutrición es fundamental», expresó ayer por la vía telefónica la doctora  D’Espósito, directora de la unidad de Neonatología.

Indicó que “Went Estéfanis es la que más problemas nos ha dado, ayer por ejemplo fue imposible alimentarla, pero Diana Isabel incluso está intentando succionar el pecho de su madre”.

Con respecto a Máxima Pérez, la madre que espera sextillizos y que está ingresada en una sala privada, el doctor Terrero, director del hospital, informó que todo marcha con estabilidad. La madre de 33 años espera seis bebés y es muy colaboradora, explicó Terrero.

Las autoridades preparan un informe que será remitido a la Dirección del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), para preparar las condiciones para el parto de sextillizos.

Hace hoy once días que nacieron los cuatrillizos, dos de los cuales murieron por hemorragia cerebral y pulmonar, mientras las dos hembras son atendidas por neonatólogos de ese hospital.

Las niñas Went Stéfanis Michel y Diana Isabel  en proceso de recuperación y tiene atenciones especiales, señaló la pediatra que está al frente de la Unidad.

Se trata de menores cuyas estadísticas tienen más de un 80 por ciento de riesgos y que aunque se extremen los cuidados, no tienen sus órganos respiratorios totalmente desarrollados.

En el aspecto nutricional de los niños prematuros y cuatrillizos es fundamental la alimentación, no necesariamente para que ganen peso, sino como una forme de que no pierdan el que ya tienen.

Los cuatrillizos son hijos de Lisbel Binet Ventura, de 22 años de edad y estudiante de Mercadeo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD)  y del técnico en computadoras Eduardo Canario, de 30 años. La madre y el padre están integrados totalmente a la recuperación de sus hijos.

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