Una década de conciertos de cámara en la Ciudad Colonial

Una década de conciertos de cámara en la Ciudad Colonial

UBALDO GUZMAN MOLINA
Los conciertos de música de cámara en la Ciudad Colonial, por donde han desfilado los mejores solistas clásicos del país y destacados músicos extranjeros, cumplen su décimo aniversario. La temporada de este año, dedicada al fenecido maestro Manuel Simó, se limitará a cuatro conciertos. Empezarán a las 8:30 de la noche.

Durante los primeros años se ofrecieron en la Capilla de los Remedios, templo colonial sito en la calle Las Damas, y se denominaron «Conciertos en la Capilla». Posteriormente pasaron al salón de actos del Patronato de la Ciudad Colonial, localizado en el antiguo Palacio de Borgellá, frente al parque Colón.

La temporada de este año comenzó el pasado viernes con la soprano Ivonne Haza, quien interpretó obras clásicas de músicos de la atalla universal de Gabriel Fauré, César Franck y Paolo Tosti. En el piano estuvo Eleoney Medina. La acogida del público fue muy buena.

El segundo concierto, que se celebrará el 30 de este mes, será ofrecido por el Cuarteto del Orbe, formado por cuatro instrumentistas de la Orquesta Sinfónica Nacional. Lo dirigirá Pavle Vujcic.

El 14 octubre se realizará el tercer concierto. Se tratará de un recital de cuerdas con piano. En el violín estará Igor Vasilljevic, en el violencelo Milena Zivkrovic y en piano Jazmina Gavrilovich.

La temporada de este año finalizará el 28 de octubre. Estará a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional. Esa noche se interpretará un concierto de Tolemann para viola y orquesta. En un principio se había dicho que participaría la orquesta de Cámara Ars Nova.

La entrada cuesta RD$125.00. Al contrario de años anteriores, los conciertos del 2005 se efectuarán los viernes. En el área se ha incrementado la seguridad policial y durante los conciertos se aumentará la protección, para que los melómanos puedan disfrutar de la música sin temor de que sus vehículos sean robados o violados.

El costo de la temporada de este año asciende a RD$200,000.00. El financiamiento proviene de donaciones de empresas, la venta de los bonos y la entrada a cada concierto. Los concierto tienen una duración de hora y media.

¿CÓMO SURGIÓ LA MÚSICA DE CÁMARA?

Estos conciertos surgieron en 1995, al acogerse una propuesta del arquitecto Eugenio Pérez Montás, miembro del Patronato de la Ciudad Colonial.

El arquitecto y escritor Manuel Salvador Gautier decidió organizar esos conciertos y para ello formó un equipo organizador compuesto por la soprano Ivonne Haza y la musicóloga Sofía Piantini.

Más tarde se unieron Francois Bahuaud, entonces primer violencelo de la Orquesta Sinfónica Nacional, y Gladys de Bahuaud, quienes dirigen la orquesta de cámara Ars Nova.

El grupo organizador sugirió que en esos conciertos se acogieran las múltiples posibilidades de los distintos instrumentos musicales y la voz, a fin de abrir el espacio a los diferentes grupos de cámara y solistas clásicos del país.

Un hecho sirvió de empuje del proyecto: Gautier, Haza y Piantini habían ido al Festival de Mozart, en Salzburgo, Austria, y habían regresado entusiasmados con la música de cámara.

La primera temporada fue financiada por el Patronato de la Ciudad Colonial. Luego el director del Patronato, el historiador José Chez Checo, les comunicó que podría apoyar, pero no financiar los conciertos. Posteriormente se buscó el patrocinio del sector privado, sobre todo de León Jimenes, Banco Popular y Verizon.

Después se logró el patrocinio de la Fundación Amigos del Teatro Nacional, el Central Romana, Franco y Acra Tecniseguros. El grupo organizador se transformó en comité y se sumaron Mariajosé Alvarez y Jacinto Mañón.

En 2003, el comité organizador creó la Asociación Promotora Dominicana de la Cultura (PRODOCULTA), que junto al Patronato de la Ciudad Colonial y algunas empresas y el Fondo para la Protección de la Ciudad Colonial, patrocinan los conciertos.

El traslado de los conciertos de música de la Capilla de Los Remedios a la sede del Patronato de la Ciudad Colonial se debió a que las empresas licoreras ponían música ensordecedora en la Avenida del Puerto, hoy Presidente Francisco Alberto Caamaño, lo que interfería con la paz del recinto. El público empezó a protestar y hubo que buscar otro lugar.

DIEZ AÑOS DE MÚSICA DE CÁMARA

«Nosotros nos sentimos muy satisfechos con estos diez años de presentación y conciertos de música de cámara. Hemos planteado una manera de hacer música que existe en el mundo, pero que aquí no se daba», dijo Ivonne Haza.

Estos conciertos son los únicos que se ofrecen en el país. Han participado cuartetos, tríos, quintetos de metales así como de cuerdas y la orquesta de cámara Ars Nova.

En otras oportunidades se ofrecieron hasta diez conciertos. Por ejemplo, en 1996 se presentaron en la Capilla de Los Remedios el trío Dunky, la orquesta de cámara Ars Nova, un trío de vientos, el coro infantil de Laurina Vásquez y un quinteto de metales, entre otros.

El programa de 1999 tuvo conciertos de oboe, con Dejan Kilenoviv; a las Madres, a cargo de Ars Nova; concierto del flautista Luis Ruiz y otro de cuerdas.

La temporada con el mayor número de conciertos ha sido la del 2000, pues se ofrecieron doce. Empezó el 23 de marzo y terminó el 7 de diciembre. Hubo conciertos a dos voces a cargo de las sopranos Ivonne Haza y Marianela Sánchez; concierto de Semana Santa, de cuerdas, quinteto de metales y obóe y cello.

En la música de cámara, el fagotista Angel Cruz ha ofrecido varios conciertos durante diez años. El clarinetista Jorge de Jesús Sosa ha presentado varios conciertos, con acogida extraordinaria. El flautista Luis Ruiz ha llenado la sala en cada presentación.

PARTICIPACIÓN INTERNACIONAL

Entre los artistas extranjeros que se han presentado figuran Waldo Rodríguez, quien ofreció un concierto de guitarra y voz, así como los pianistas Guillermo Pla Salazar y Maité Suárez.

En la música de cámara se presentaron en 1998 el dúo concertante Pablo Vujcic, en violín, y Zvezsana Radajkovic, en viola. Este tipo de concierto es muy difícil, según Haza.

A juicio de Gautier, coordinador de los conciertos, uno de los proyectos ha sido llevar la música de cámara a otras ciudades del país, como Santiago, San Francisco de Macorís y La Vega, pero es muy costoso.

«El recital de cámara es mucho más difícil. El solista está más desnudo con el arte, necesita un nivel interpretativo mucho más depurado», dijo Haza.

En la música de cámara se dio un caso que hacía tiempo que no se producía: un concierto para dos pianos. Las solistas fueron María Irene Blanco de Cuello y Lillian Brugal de Yarull.

Aún no se ha pedido a la secretaría de Cultura el apoyo para los conciertos de cámara, pero no se descarta que se solicite en la temporada del 2006. Los financiamientos están más difíciles, señalan.

De otro lado, el comité organizador recibe numerosas cartas de músicos que desean participar en los conciertos de música de cámara.

En noviembre de cada año el comité organizador se reúne y abre las cartas enviadas. En la selección se busca que sea lo más equilibrada posible.

LA RESPUESTA DEL PÚBLICO

Los conciertos de música de cámara han despertado el interés de un público que respalda cada una de las presentaciones. La respuesta del público, según Haza y Gautier, «ha sido maravillosa.»

«El público siempre ha respondido con mucho entusiasmo por el hecho de que es música exquisita. «Es lo más exquisito que se pueda dar dentro de la música clásica», señala Haza.

Desde sus inicios, los conciertos de música clásica

han tenido un grupo de personas que acude a todos los conciertos.

Los conciertos de música de cámara, según Haza, son para un público un poco más especializado que el que asiste a los de la Orquesta Sinfónica Nacional.

«Son personas que gustan y tienen la tradición de oír los conciertos y oír buena música. Nosotros tenemos un público que podríamos decir cautivo, que nos sigue y que generalmente llena los salones», dice.

El público es básicamente de la capital, aunque suelen asistir personas del interior. Acuden, además, jóvenes a ver a sus profesores o al instrumentista como solista.

El salón de actos del Patronato de la Ciudad Colonial tiene excelente acústica y buen aire acondicionado. Se trata de música de recogimiento, muy apropiada para olvidarse de los problemas cotidianos.

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