Una decisión razonable

Una decisión razonable

La controversia  provocada en estos días por la prohibición del ingreso al país de pacas de ropa usada, que fue dispuesta por la Dirección General de Aduanas,  entra en un plano de distensión gracias a una decisión razonable del Presidente Leonel Fernández. El mandatario ha ordenado que el Ministerio de Salud Pública y Aduanas replanteen la prohibición y procuren una fórmula que sustituya la medida extrema de la prohibición.

Si fue grande la resonancia que ocasionó la prohibición, se debe a que el mercado de venta de ropa usada ha crecido de manera sorprendente en el país, y si es mucha la gente que se gana el sustento con ese negocio, es porque hay una demanda creciente de piezas de vestir de esa procedencia. Además, como ocurre siempre, la resonancia de este tipo de problema tiene que ver con el hecho de que las autoridades dejan crecer los problemas y no los enfrentan cuando aún es manejable.

La decisión del Presidente es un  reconocimiento de los derechos adquiridos por un mercado informal que mueve mucho dinero, genera plazas de trabajo y que no es culpable de que se le dejara crecer. Procurar medios para minimizar los riesgos sanitarios y problemas de otras índoles de la importación de ropa usada es la tarea que el Presidente le ha puesto en las manos a Salud Pública y Aduanas. A trabajar pues.

A reanimar la economía

La economía del país ha disminuido su ímpetu de unos meses a esta parte. Probablemente, una de las causas sea  todo el proceso político que culminó con las elecciones de mayo, a lo que se suman las expectativas que han dominado el período de transición hacia el cambio de Gobierno. Y no hay que descartar como parte de las causas, los efectos derivados de la crisis en Europa y la debilidad que está afectando a  la economía de los Estados Unidos.

El Banco Central, aplicando una resolución de la Junta Monetaria, dispuso recortes en las tasas de interés Lombarda y Overnight, como una forma de impulsar el incremento del crédito y reanimar la aletargada economía. El empresariado y la banca han valorado la utilidad de estas disposiciones y los efectos deberán sentirse en el porvenir inmediato. La inflación y otros indicadores actuales propician que la decisión del Banco Central tenga los efectos deseados.

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