La característica principal de la comida coreana es la variedad de sabores. En esta es posible encontrar  salados, ligeros, fuertes, picantes, frescos…

Para conocer realmente su encanto, hay que sentarse a disfrutarlos. Y es que hay ciertos detalles que es preciso observar, como los colores y las texturas.

Para condimentar, en ese país, no puede faltar ajo, cebolla, ají colorado en polvo, salsa de soja, aceite de sésamo, jengibre, vinagre, entre otros.

 De todos estos condimentos, los más populares son el ajo y el ají, debido a que los coreanos disfrutan los sabores fuertes

Las combinaciones de tales ingredientes pueden variar dependiendo de la región, para crear diversos sabores. En esos casos, la mezcla definirá la receta.

Los vegetales.  En esta gastronomía encontramos  una extensa variedad de preparación de los vegetales. Comerlos frescos, cocidos a vapor, hervidos, salteados, fritos, son algunas de las opciones.

La forma más popular de consumirlos es al estilo “namul”: hervirlos y luego saltearlos con especias y otros condimentos.

Como una manera de conservarlos y evitar que se dañen, en Corea acostumbran a fermentarlos.

Platos.   El bulgogi  es un plato típico de su gastronomía. Se elabora a base de carne de ternera, que se cocina  a la parrilla,  asada o frita.

El Jab Che es otra receta tradicional, hecha con un tipo de fideo llamado  camote. Es consumido especialmente en fiestas. Este no se come como plato principal,  sino  que se   sirve como un    acompañamiento.

La sopa.  Es tan popular, que no es raro consumirla en desayuno, comida y cena. Una costumbre es servirla en un plato grande y colocarla al centro de la mesa para que todos los comensales se sirvan a su gusto.

 Para prepararla se utilizan diferentes ingredientes como vegetales, pescados, mariscos y carnes.

 Junto al arroz, las sopas forman parte de los platos imprescindibles en la comida coreana. Los que no pueden faltar.

Por lo general, estos dos alimentos se comen por separado, pero algunas sopas con carne, se mezclan con arroz.

El nombre de la sopa varía dependiendo del ingrediente con el cual se elabore.

 Hay sopas de caldo claro, sopas espesas y hechas con salsas de carne. Pero también hay una para cada estación del año. 

Las recetas

Kimchi con arroz

1 repollo mediano

1 vaso de vino blanco

Vinagre  balsámico

 Sal

Pimienta negra

Pimentón picante

Aceite de oliva virgen

1 tazón de arroz

Agua

Preparación.  Para el Kimchi, corte un repollo pequeño en cuartos,  quite la parte central más dura y  corte en tiras finas. Lo pone todo en la cazuela a fuego medio con algo de aceite, sal gruesa y bastante pimienta negra, tapándolo unos minutos hasta que comience a mermar el repollo. Después añada un vaso de vino blanco, un chorro generoso de vinagre y algo más de sal removiendo bien. Utilice una buena cantidad de pimentón dulce, un chile seco desmenuzado y un toque de jengibre en polvo (a quien no le guste el picante, lo puede hacer sólo con pimentón dulce). Vuelva a tapar y deje que se cocine bien el repollo, removiendo de vez en cuando. Por último, añada un tazón de arroz mezclándolo bien con el repollo y después dos tazones y medio de agua, ya que el repollo también absorbe algo. Deje cocinándose hasta que el arroz quede en su punto.

Bulgogi coreano

750 g. de ternera cortada en finos filetes de entre 10 y 12 cm. de largo por 5 de ancho.

4 cucharaditas de azúcar

Media  taza de salsa de soja

3 dientes de ajo machacados o finamente picados

3 cebolletas cortadas en trozos de 2 1/2 cm.

Media cucharada de pimienta

1 cucharadita de aceite de sésamo de Corea

Preparación.   Mezcle la carne con el azúcar. Deje reposar durante 2 minutos. Luego, añada la salsa de soja, el ajo, las cebolletas, la pimienta y el aceite de sésamo. Mezcle bien y deje reposar a temperatura ambiente una hora como mínimo (o la víspera en la nevera) para macerar la carne. Precaliente una sartén a fuego moderado durante 2 minutos. Añada los filetes  por tandas y dore sin aceite de 2 a 3 minutos como máximo. Se puede hacer en la barbacoa. Otra opción es hacer la carne a la plancha muy caliente en una cocina de gas o eléctrica.  ¡Y listo! Sirva inmediatamente con arroz blanco, o con los acompañamientos que usted desee. Buen provecho!