Una demanda digna de atención

Una demanda digna de atención

El Presidente Leonel Fernández ha sido reiterativo  para que la Organización de las Naciones Unidas se aboque a la adopción de mecanismos que eviten la especulación con los precios de  los combustibles y las materias primas.

No cabe dudas de que la grave crisis de la economía y las finanzas mundiales, cuyos efectos colaterales todavía se sienten en los cinco continentes, surgió del  desmedido de banqueros especuladores de crear burbujas,  tanto en materia inmobiliaria como en las bolsas de valores, para hacer aparentar ganancias que no se correspondían con la realidad de los hechos.

Cuando estas burbujas explotaron, y arruinaron a decenas de miles de inversionistas en Tokio, París, Madrid, Berlín, Nueva York, Sao Paulo y Ciudad de México, para solo citar los grandes centros financieros mundiales, a los gobiernos no les quedó más remedio que desembolsar billones de billones de dólares y euros, para evitar el colapso de todos los bancos, y con ello la destrucción de los modernos sistemas de pagos.

La quiebra de Lehman Broothers, Fanny Mae y otras grandes firmas de especulación en Wall Street, hizo que los banqueros volvieran sus miradas hacia dos renglones de la economía a prueba de quiebras, como son el petróleo y los alimentos, ya que siempre habrá maquinarias y automotores que mover y bocas que alimentar, y por eso tiene toda la razón  el Presidente Fernández cuando advierte que la especulación sin control con los precios de estos dos renglones, pueden llevar a la ingobernabilidad y al estallido de crisis sociales de imprevisibles consecuencias.

Acaba de iniciarse el 66 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas; el Presidente Fernández se propone acudir a ese evento, para reiterar su petición de que se adopten mecanismos para que las compras a futuros del petróleo y la comida, sin dejar de mantener márgenes convenientes de ganancias, que impulsen su producción, se muevan dentro de parámetros transparentes y justos.

Hay que hacer votos para que esta predicción del Jefe del Estado de la República Dominicana no caiga en el vacío y mueva a la comprensión a estadistas y economistas de todo el mundo, porque el problema  tiene una importancia trascendental, que desborda fronteras y tiempos.

La aprobación de esta petición podría incluso abrirle al Presidente Fernández la puerta de un justo reconocimiento, como sería la concesión del Premio de la Paz.

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