Una democracia colapsada

Una democracia colapsada

Es un conocimiento hace muchos años, obtenidos al través de las obras de Adam Smith, que ningún Estado puede ser suficiente si no dispone de una organización bien administrada de la justicia donde el pueblo se sienta seguro y no esté permanentemente sometido a sorpresas impositivas, desmedidas y abusivas, es decir, el comercio y la industria y los productores del campo puedan contar con una protección, seguridad ciudadana a toda prueba y un verdadero bienestar social. Esto es, que el sueldo más correcto de un trabajador sea aquel con el cual puede mantener  a su familia y que pueda obtener un ahorro en la banca para aquellos momentos, cuando llegan los imprevistos de la vejez y la estabilidad emocional de la familia. Porque cuando un país tiene los gobiernos que ha sufrido el dominicano, los hombres se convierten en títeres hundidos y  humillados, porque sólo prevalece la injusticia, la estafa y donde las denuncias no sirven para nada, es decir, la nación ha colapsado. A este respecto recuerdo ahora en estos precisos momentos lo que dijo Trotsky a André Breton: “El marxismo no es una ideología, es un destino”, porque no se puede gobernar en permanente desacuerdo con la opinión pública, jamás ha prevalecido un gobierno impopular sobre una supremacía política de la opinión de una sociedad insatisfecha, la historia universal es rica en ejemplos. Nuestros gobiernos deberían estar atentos a esos reclamos si no los devorará los procesos históricos ya conocidos.

Los ejemplos son claros, las masas inconformes siempre se han impuesto sobre las filosofías de los intelectuales; sin embargo, nuestros dirigentes están cayendo en el mismo error de los liberales  del pasado. Pues, ha sido evidente, que el desempleo que no se puede absorber, produce el desmoronamiento de una clase media empobrecida, que tendrá que interpretar el presente con una filosofía muy distinta a la de nuestros gobernantes, pues lo que presenciamos y estamos viviendo, es un caos, el colapso de nuestra sociedad.

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