Una derrota humillante

Una derrota humillante

Da vergüenza que este país, en que el dengue es endémico y por tanto deberíamos ser duchos en el manejo de este padecimiento, haya registrado en lo que va del 2015 el mayor número de fallecimientos con el menor número de personas afectadas por esa enfermedad, en comparación con otras diez naciones del continente. Y que entre las causas de esos decesos haya que inscribir debilidad de diagnóstico y aplicación inadecuada de los protocolos correspondientes, debería motivar un estremecimiento en el sector salud.

Es escandaloso que tengamos 73 muertos entre 4,858 afectados de dengue, mientras que El Salvador registra un fallecido en 23,203 infectados, Nicaragua 3 entre 22,117 y Guatemala 4 fallecidos entre 11,214 pacientes. Para agravar el cuadro, el país registra un número considerable de fallecimientos de niños que fueron llevados más de una vez a centros asistenciales en los que, obviamente, no fueron atendidos adecuadamente.

No puede haber excusa admisible para un desempeño tan vergonzoso en materia de asistencia médica para una enfermedad endémica que ataca todos los años en este país. Ante esta derrota humillante, el Ministerio de Salud Pública deberá remover los altares si fuera preciso, con tal de lograr que la población reciba la atención médica de alta calidad que necesita y merece.

Brugal estimula los buenos actos

Una buena forma de estimular las buenas acciones es valorarlas y premiar a sus autores. Es lo que ha hecho la Fundación Brugal al compartir el Gran Premio entre la Asociación La 37 por Las Tablas, de Santiago, y la Fundación Casa de la Cultura, de Consuelo, San Pedro de Macorís.

Con el mismo espíritu de justicia, la Fundación Brugal distribuyó distintas categorías de premios entre la Fundación Hospital General el Buen Samaritano, de La Romana; Voluntariado Jesús con los niños, de Santiago, Instituto Agronómico y Técnico Salesiano, La Vega; el Centro de Investigación y Educación Popular Ciepo, La Descubierta, Independencia, y la Sociedad Ecológica de Barahona. Con este acto, Brugal reafirma una vez más que cree en los valores y en el esfuerzo de las instituciones por el bienestar de nuestra gente.

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