Una descripción estructural de la otrora Casa
San Pedro

Una descripción estructural de la otrora Casa<BR data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2005/02/9BAB12E8-1EF0-4B62-AC43-68D28E595B9E.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=460 data-eio-rheight=321><noscript><img
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POR SEGUNDO ANTONIO VÁSQUEZ
La otrora Casa San Pedro, situada en la calle Las Mercedes, número 135, fue edificada a finales del siglo XVII por un riquísimo encomendador español, quien la construyó para residir en ella. Transcurrido el tiempo, ya en 1862 pasó a manos del doctor Pedro Redondo, quien fundó una casa de salud con su nombre para servir a los pobres de la ciudad.

Esta casa, de extraordinaria amplitud, fue restaurada en el decenio de los 80 por el ingeniero arquitecto Casimiro Población, quien respetó su estructura, dejando todas las características originales, como los portones, las arcadas interiores y balcones, entre otras. Este edificio actualmente lo ocupa el restaurant Murano, el cual mantiene ese aspecto vetusto.

En ella fue donde se hospedó el patriota cubano José Martí, el 17 de septiembre de 1892, cuando vino para encontrarse en Montecristi con el dominicano Máximo Gómez.

Este inmueble tiene uno de los balcones corridos más largos de la urbe, con balaustres de hierro forjado de precioso diseño curvilíneo, cuyas barandas están sostenidas por varios tubos gruesos que sirven de columnas para soportar el techo de la galería, cuyos apoyos son de metal formando cada uno un triángulo decorado con trazos ondulados, enlaces, hojas y pétalos, únicos adornados así en la zona de intramuros.

Mirador donde se abren seis puertas, cuya fachada posiblemente fue modificada a finales del siglo XIX, o principios del siglo XX, continuando la moda de la época, cuando se alteraba la distribución de los huecos para presentar la apariencia de puertas altas e idénticas en el segundo nivel.

En cambio, en el primer nivel se puede apreciar que las puertas que hay son cuatro desiguales. A la izquierda dos de igual altura, en el centro la principal más alta con una original estructura al tener un marco de piedras talladas, cuya parte superior descansa sobre las juntas que están en las partes verticales, la siguiente es normal, pero está cerrada, sólo se observa en su remate un hueco que le sirve de respiradero.

En la estructura interna aparecen elementos de validez. Allí, se puede apreciar que el portón del medio está rematado por un arco menor abocinado de ladrillo, el cual mira al vestíbulo.

En el primer nivel hay una arquería de cuatro arcos enladrillados de medio punto de origen mudéjar, y en los laterales hay dos arcos enterrados en el muro, apreciándose sólo la mitad de ellos. Parece ser que la cortaron cuando al modificarla crearon una nueva pared que le tapa esa parte.

Asímismo, cruzando el vestíbulo, aparece un detalle muy raro, es una explanada ancha muy alta que era donde antes estaba el patio. Superficie que va hasta el fondo y se levanta gradualmente a un nivel superior al de la calle Las Mercedes, la cual no se aprecia en ninguna otra casa de ese tipo.

En el ángulo izquierdo de la terraza hay una doble fuente, una detrás de la otra, divididas por una pared, pero esta última está a una altura mayor debido a que en esa parte del patio había un promontorio de rocas y tierra.

También, al medio de este terraplén se aprecia una escalinata con 16 peldaños de piedra tallada, desde la cual se sube a otra terraza amplia, que al final está cerrado por un alto muro de rocas labradas, en cuyo remate aparecen varias plantas, pero debajo del ángulo izquierdo se aprecian dos curiosas grutas pequeñas con un jardincito alrededor, dejado como adorno vetusto.

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