“Una desigualdad espantosa que perpetúa la pandemia”

“Una desigualdad espantosa que perpetúa la pandemia”

El título recoge textualmente una declaración del director general de la OMS en referencia a la brutal situación impuesta en el mundo producto del acaparamiento de vacunas por países ricos provocando una mortandad evitable en el triste mundo de los más pobres.

ONU, OMS, OMC, Banco Mundial y FMI han condenado lo que llaman “dos velocidades” para reflejar el avance de vacunación y recuperación en el mundo desarrollado y el estancamiento en el resto de la humanidad. Después de lo logrado en el conocimiento del virus, del progreso en vacunas y anuncios de “éxitos”, lo cierto es que en 2021 la Covid ha provocado más muertes que en 2020 enviando el trágico recordatorio de que el virus sigue flotando y que nadie estará seguro hasta que todos lo estén lo que no entienden los países ricos.

Algunos han anunciado futuras distribuciones de antígenos mientras la OMS reclama que se requieren “ahora mismo” y no dejar para el futuro entregas que se necesitan ahora, no en 2022, con apremio, cientos de millones de vacunas para salvar vidas,. De momento, en economías avanzadas hay logros por el avance de la vacunación pero a nivel global si a mediados de mayo se registraban 3,3 millones de muertes a comienzos de julio, mes y medio más tarde, eran 4 millones, oficialmente, aunque la OMS estima que están por encima de los 8 millones. El director de la OMS denunciaba en mayo que solo 0,3% de vacunas se han dirigido a países de bajos ingresos y advertía que el “goteo de vacunas no es una estrategia eficaz para luchar contra un virus respiratorio mortal”. Las alarmas se repiten para oídos sordos: mientras el virus siga circulando la pandemia seguirá. Ejecutivos de los grandes organismos económicos-financieros insisten no habrá recuperación total sin superar la crisis sanitaria. La gerente del FMI planteó al G20 que es imprescindible que 40% de los habitantes del mundo esté vacunado para fines 2021 y 60% en 2022. Gestión inútil, no se logrará. Por ello los expertos aclaran que nadie puede cantar victoria cualquiera sea su ritmo de vacunación. Al 7 de julio EEUU reportó 312 muertes y 22,931 nuevos contagios y recuérdese que varias fuentes aseguran que las muertes en el país están sub contadas.

Postergar la distribución de antígenos responsabiliza a los egoístas de la próxima muerte de cientos de miles de seres humanos, que aunque pobres, tienen el mismo derecho a la vida. Para quienes tiemblan al oír esta realidad permítanme decirles que esa denuncia proviene de máximos responsables de la ONU, FMI y OMC. Retrasan el envío de vacunas pero los oiremos proclamarse “salvadores” en el enfrentamiento a la pandemia. Sin recato ni decoro intentan descalificar las vacunas que sí llegan al resto del mundo olvidando que en sus países, con otras vacunas, registran un lamentable incremento de casos.

Acá hemos iniciado el desmonte del toque de queda con nuestras vacunas chinas. El Gobierno dominicano, con mucha altura, ha sabido agradecer esas vacunas que llegaron, en palabras de la vicepresidente, en “momento de vida o muerte”.

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