¿Una difícil disyuntiva?

¿Una difícil disyuntiva?

LUIS MANUEL PIANTINI M.
En la edición del pasado 27 de febrero del periódico Hoy se editó una información salida, según el periodista, del Palacio Nacional donde se señalaba de aprestos que se estaban creando a nivel internacional y que habían llegado a ser del conocimiento de las altas autoridades de la nación, sobre la cada vez mayor posibilidad de presentar al canciller dominicano Carlos Morales Troncoso como candidato por consenso a la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA), en caso de que ninguna de las candidaturas oficializadas hasta el presente lograra obtener la votación necesaria en las elecciones a celebrarse en las próximas semanas.

Tal intención también fue publicada por dos diarios norteamericanos hace dos semanas. De ser cierta la pretendida intención, la candidatura debería ser presentada o avalada, si son otros los países que la presentan, por el gobierno dominicano, lo cual para quien escribe podría constituirse en una gran interrogante por la disyuntiva que acarrearía.

Para el país sería un gran triunfo el que por primera vez a lo largo de la historia de esa organización, la República Dominicana ocupara la posición más importante, principalmente en un momento de grandes retos por venir para la credibilidad y supervivencia de esta organización como instrumento eficaz de prevención y solución de conflictos regionales, así como para su participación proactiva en el proceso de integración regional y en la solución de los graves problemas que afligen a decenas de millones de personas de la región americana.

Para el gobierno del Presidente Leonel Fernández constituiría una enorme pérdida desprenderse por lo que resta de su presente cuatrienio de uno de sus funcionarios más capaces, efectivos y leales.

El canciller Morales Troncoso ha ocupado la Vicepresidencia Constitucional de la República en dos ocasiones, presidido la Cancillería del país en dos gobiernos constitucionales y ocupado la embajada en Washington en una oportunidad, además de ser un exitoso empresario privado. Por lo tanto es un experimentado hombre de Estado con vasta experiencia en el manejo de los delicados asuntos que envuelve la política exterior y con excelentes y profundas relaciones a nivel político y económico internacional.

Estas incuestionables cualidades le han permitido desarrollar un liderazgo penetrando círculos importantes para solucionar con anticipación problemas que pudieran surgir en nuestras relaciones bilaterales, así como para promover comercialmente al país y atraer importantes inversiones extranjeras que tanto necesitamos en los actuales momentos.

Las relaciones internacionales para un pequeño país como el nuestro son de una importancia vital para su crecimiento y desarrollo, ya que la restricción que impone su reducido mercado interno puede ser solamente superada a través de una agresiva inserción en los mercados internacionales, en la búsqueda de nuevos nichos de exportación y en la atracción de inversiones, principalmente en un mundo globalizado, donde la mayoría de los países transitan hacia la consecución de los mismos objetivos. Por eso, estos objetivos forman parte esencial de las funciones de las cancillerías del presente.

Por otra parte la República Dominicana comparte la Isla de la Hispaniola con uno de los países que en el mundo está siendo objeto de mayor atención, por la gravedad de su conflicto interno y por su débil institucionalidad política, que lo podría arrastrar hacia la pérdida de su soberanía por un período prolongado. Nuestro canciller es un profundo conocedor de esta delicada situación y se encuentra participando activamente en la búsqueda de soluciones permanentes con el designado representante de las Naciones Unidas, el ex canciller chileno Juan Gabriel Valdez y los demás cancilleres del Continente Americano, España y Francia.

Plenamente en coincidencia con la política aperturista del Presidente Fernández, el canciller está participando activamente dentro del Sistema de Integración Centroamericano, así como en los organismos de los países caribeños y en las reuniones previas al inicio de las negociaciones de asociación con la Unión Europea. Recientemente fuimos admitidos como miembros del Banco de Integración Centroamericano, en la Corporación Andina de Fomento y hemos solicitado ingresar como socios al Banco de Desarrollo del Caribe.

Dentro de las limitaciones que ha impuesto la solución de la crisis financiera a las finanzas públicas, el presente gobierno, en su vocación de responsabilidad pública, ha comenzado a saldar los prolongados atrasos en pagos de cuotas a organismos internacionales que se acumularon durante el último cuatrienio y que imposibilitaban que el país tuviera una participación activa y se beneficiara de las asistencias de cooperación técnica de dichos organismos. La falta de pago a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y a su Departamento Jurídico impidió que el país utilizara la importante asistencia de este departamento para defenderse en el panel de los cigarrillos de Honduras, no siendo el caso de este país, donde fuimos declarados culpables de violentar normas que rigen el comercio internacional entre sus países miembros.

En los pocos meses que tengo colaborando con el canciller Morales Troncoso y en los diversos encuentros en que he participado acompañándolo en los Estados Unidos, Centroamérica y el Caribe he podido aquilatar el respeto y simpatía con que es acogido por los funcionarios internacionales y líderes políticos de todas las tendencias, por sus excelentes cualidades humanas, su apego al respeto de los demás, no importando sus posiciones ideológicas, transmitiendo la clara visión de este Gobierno en su defensa de la soberanía de las naciones y de los principios del fortalecimiento del multilateralismo como instrumento eficaz en la resolución de los conflictos entre Estados.

Es por todos estos motivos, por las cualidades morales y éticas que lo adornan y por su demostrada capacidad gerencial, dinamizando a la Cancillería con la ejecución de importantes proyectos de reforma institucional, incluyendo la creación de un sistema de información integral, el fortalecimiento de las importantes áreas de negociaciones comerciales, consular y el de la Escuela Diplomática, que colocarán rápidamente a la Cancillería dentro de las instituciones gubernamentales más modernas y eficaces del sector público, que nos parece que la candidatura de Morales Troncoso en la actual coyuntura constituiría una difícil disyuntiva para el gobierno del Presidente Leonel Fernández.

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