Dice Bill Gates el 2do hombre más rico del mundo como revela la revista Forbes 2018, que el principal problema de la educación en Latinoamérica exceptuando a Costa Rica y Chile, es que nos negamos hacer un diagnóstico objetivo y con él aceptar nuestra realidad y que, por el contrario; creemos que estamos bien en esta materia. Continúa diciendo que a pesar de los evidentes avances registrados en las últimas décadas, el Latinoamericano asocia los avances educativos a la construcción de grandes y nuevas edificaciones de planteles. Empero;que los resultados en su calidad siguen siendo los mismos.
El periodista, columnista The Miami Herald y escritor argentino Andrés Oppenheimer, considerado por la revista Foreign Policy como uno de los 50 Latinoamericanos más atiborrado e influyentes del mundo. Publicó en el 2010 en su obra “Basta de Historias”, un estudio realizado por la prestigiosa encuestadora Gallup que fue solicitado por el BID, donde se encuestaron a 40,000 personas en 26 países. Desgraciada e increíblemente allí se reflejó que el 80% de los Latinos está satisfecho con los avances de su sistema de educación pública,superando inclusive en satisfacción a países como EE.UU., Alemania, Francia, Inglaterra y Canadá. ¡Dios mío qué barbaridad!
La Educación Básica y Secundaria de República Dominicana.
Sería inverosímil negar los grandes avances que en materia de educación hemos tenido en los últimos 25 años en el país, donde se han puesto en ejecución importantísimos proyectos. Sin embargo, el grave error que hemos cometido y que seguimos cometiendo es, no haber definido antes cual es el tipo de ciudadano que queremos construir para el futuro. Por esa razón, a pesar de que todo el mundo sabe que no hay verdades absolutas, desde pequeños educamos a nuestros niños bajo el esquema de una instrucción, textualización y conjunción educativa basada en memorizar y repetir lo que dice su maestro, y no bajo un modelo de pensamiento de reflexión y cuestionamiento de esa instrucción; que es el modelo de desarrollo educativo del siglo XXI.
Asimismo, el problema más grave lo tenemos en nuestra educación media. Por ello, ocupamos el último lugar en todos los concursos internacionales donde se miden las aptitudes de nuestros estudiantes como pasó en las últimas “Pruebas Pisa”. Graduamos a bachilleres que no saben definir la Constitución. Y también; tenemos estudiantes que muestran más capacidades que muchos profesores. El 95% de los bachilleres se gradúan sin saber que van a estudiar, porque no aplicamos un reconocimiento de capacidades para ir orientándolos por ese camino. tenemos la tasa más alta de bachilleres que no ingresan a la universidad y que tampoco saben hacer nada. Yno tenemos Innovación; aun cuando Joseph Schumpeter hace casi un siglo que la identificó como el sustento de las economías del futuro.
El Gran Problema de la Educación Superior.
A pesar de los miles de millones que invertimos en la educación superior y que siempre queremos imitar a EE.UU. y Europa, nuestras universidades no están ni siquiera dentro de las primeras 1,000 mejores universidades del mundo; como lo refleja el estudio de Ránking Shangái 2017. Con el agravante; de que fuimos los primeros en el nuevo mundo en tener una universidad. Asimismo, la OEI con sede en Madrid dice, que el 57% de nuestros estudiantes cursan carreras de humanidades y solo el 16% cursan carreras de ingenierías y tecnologías, por eso tenemos miles de profesionales de esas áreas desempleados y mal preparados; gracias a la obsolescencia de nuestros pensum y la falta de planificación.
Mientras China realizó 426,000 investigaciones científicas y EE.UU. 409,000 en 2016 en sus universidades y, que las invenciones continuas es lo que permitió a Mark Zuckerberg con solo 33 años ser 5to hombre más rico del mundo; aún sin ser ni siquiera profesional. Nosotros becamos a profesionales para ir al extranjero que después de cursar postgrados tienen que quedarse en esos países trabajando lo que aparezca o vienen aquí a vivir como puedan. No nos beneficiamos de esos nuevos conocimientos que trae ese profesional. Tenemos nuestras universidades llenas de profesores estancados en el siglo XIX hablando de capitalismo y comunismo, y politizando nuestra educación mientras los países desarrollados abrazan el pragmatismo educativo.