Ayer, como cada año, ocupamos un montón de titulares y dominamos -aunque a muchos les moleste (incluyendo congéneres)- la conversación. Era 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, así que nos otorgaron con condescendencia la voz que nos roban el resto del año.

En los medios hemos perdido, incluso, hasta el nombre. “El nombre propio de las mujeres aparece en general un 21% menos en los titulares que el de los hombres (es decir, una quinta parte menos) y su nombre propio aparece un 40% menos que el de los hombres en los titulares de las temáticas más relevantes”.

Puede leer: Un discurso que nos enfila a la campaña

La cita es del informe “Mujeres sin nombre”, del equipo de Deep Digital Business de LLYC, que analizó más de 14 millones de noticias del último año con mención explícita al género en más de 78,000 fuentes en 12 países, incluyendo a la RD.

Entre los hallazgos está que en los medios hay 2.5 más noticias sobre hombres, la mención explícita al género es 2.3 veces más frecuente en casos de mujeres y solo el 11% de los puestos jerárquicos de los medios lo ocupan mujeres. Además vemos que cuando se habla de mujeres siempre se coloca el “femenino” cual si fuera el apellido: voleibol, fútbol, talento… femenino. ¿Es que sin el “femenino” no existimos? ¡Queremos nuestros nombres!