Una escuela que no aguanta más remiendos

Una escuela que no aguanta más remiendos

El edificio que alberga a los estudiantes de  la escuela y liceo Manuel del Cabral, del sector El Almirante, “no coge más remiendos”.

El edificio que alberga a los estudiantes de  la escuela y liceo Manuel del Cabral, del sector El Almirante, “no coge más remiendos”. En sus siete años de historia, la comunidad se las ha arreglado para ampliar sus  espacios, pero su población hace la edificación más pequeña y frágil cada vez.

Como explica la directora del centro, Yohanna Quezada, ninguna de las aulas del plantel es apropiada para la docencia, pues se las construyó originalmente para un uso de  oficinas.

Así, los cursos permanecen rellenos de butacas de un extremo a otro, sin espacio para el docente, y  poca  ventilación.

“Solicitamos la construcción de otro centro. El que tenemos  nos sirve sólo para las oficinas. Un centro con ocho bachilleratos de media a nivel técnico necesita espacio y maquinarias para los talleres”, insistió la directora, quien recibe diariamente a casi dos mil alumnos en tres tandas, y desarrolla un plan piloto de bachillerato bilingüe.

Pidió a las autoridades educativas tener sensibilidad y recordar  los centros que prestan servicios a la población marginada y pobre. Los niños que asisten al centro educativo provienen de sectores marginados, tales como La Toronja, Villa Liberación, Villa Esfuerzo, Los Solares y La Caña.

Falta. El centro para  bachillerato técnico en las modalidades artes visuales, artes aplicadas, contabilidad e informática carece de laboratorio, de   libros y, obviamente, de  biblioteca.

Tampoco tiene computadoras, por lo que la comunidad educativa organiza una actividad para recaudar  fondos.

Mientras tanto, al centro se le instaló  un televisor pantalla plana, para ser utilizado en  el plan de televisión educativa del Ministerio de Educación.

Hace un año que este  centro educativo es administrado por  la institución cristiana Fe y Alegría.

Las claves

1.  Autogestión

  “La marcha por un block” para la ampliación del recinto, es sólo un ejemplo del nivel de integración que tiene la comunidad con las necesidades del centro educativo. Con el aporte de los padres  han sido sustituidas aulas improvisadas y con divisiones de lonas por ranchetas de blocks con techos de zinc. Además, permitieron levantar una biblioteca, salón de profesores y laboratorio de ciencias, el cual sólo se ha  avanzado hasta las mesetas, por falta de recursos.

2.  El Mercado

  Al lado del centro educativo funciona un mercado de varios productos alimentarios. El recinto, que    funciona todos los días,  contamina los alrededores de la escuela con desperdicios de comida  y otros desechos. No se ha podido lograr un acuerdo  con la escuela.

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