No sin razón la palabra “entusiasmo”, en su origen griego,  significa  “estar  inspirado por los dioses” y el moderno diccionario de la Real Academia Española lo define como “Adhesión fervorosa que mueve a favorecer una causa o empeño”. Sólo la adhesión fervorosa a un altruista propósito de lograr nobles ascensos culturales ha logrado la fusión de voluntades capaz de hacer realidad inmediata la Fundación por la Música y su Programa de Piano Manuel Rueda.

Acostumbrados –lamentablemente- a los proyectos, a los anuncios de planes tan magníficos y grandiosos que nunca pasan de ser fantasías que se evaporan en olvidos, nos regocija la vertiginosa y a la vez bien ponderada y cuidadosamente organizada realidad que constituye el  Programa de Piano Manuel Rueda, promovida y lograda principalmente por tres voluntades admirables, la de Margarita Auffant Najri, Margarita Miranda de Mítrov y un brillante profesor y concertista de piano, Antonio Pompa-Baldi, quien ha agregado a sus compromisos artísticos y a su labor como Profesor Distinguido del afamado Cleveland Institute of Music, su responsabilidad de dirigir este programa de enseñanza superior de piano, para lo cual vendrá a Santo Domingo ocho veces al año, permaneciendo una semana cada vez.

La relación del maestro Pompa-Baldi con el país se inició con su visita  a raíz de obtener la Medalla de Plata en el Concurso Internacional  Van Cliburn 2001, cuando fue invitado al “Concierto de Ganadores Van Cliburn 2002” que organiza, junto a las autoridades de la Orquesta Sinfónica Nacional, la Fundación Sinfonía, con el entusiasmo invariable y encomiable  de Margarita Copello de Rodríguez, quien ha mantenido viviendo en salud la institución  que creó su bien recordado y querido esposo Pedro Rodríguez Villacañas.

Pompa-Baldi ha creado una singular relación afectuosa con el país y se ha ofrecido a brindar clases magistrales a nuestros más valiosos estudiantes de piano, ya que en sus anteriores visitas escuchó un número de ellos en el Conservatorio Nacional de Música. Aquí tenemos muchos talentos tanto en áreas del arte como de  la ciencia, pero nos falta la capacidad magisterial de alto nivel y la vibración de un ambiente de superación y competencia elevada. Regocija que la Secretaría de Estado de Educación, Ciencia y Tecnología, SEECYT,  por acción de Ligia Melo de Cardona, logre enviar becarios talentosos a centros importantes de Altos Estudios, pero hacía falta programas para Educación Superior en las Artes, que son muy costosas, y que ahora, gracias a estos magníficos esfuerzos, llegan a ofrecer a los talentosos estudiantes de piano, inmediatas posibilidades de ascenso, ya que la meta es preparar estos jóvenes para que puedan aspirar a ingresar becados a las más importantes escuelas mundiales de perfeccionamiento.

Los aspirantes a ingresar al Programa Manuel Rueda, deberán presentarse en audición que se iniciará el 14 del mes en curso ante el profesor Pompa-Baldi. El programa abarca estudiantes entre los 14 y 20 años, pero podría considerarse el ingreso de un participante más joven, de talento excepcional. Seis estudiantes de nivel intermedio-avanzado serán elegidos para ingresar en este Programa, dedicado al eximio pianista, poeta y escritor Manuel Rueda.

Se trata del mejor homenaje que podría otorgársele a nuestro gran artista.