UBALDO GUZMÁN MOLINA
Con la designación de Pablo Tactuk como director de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), el presidente Leonel Fernández hizo un acto de justicia, pues hacía muchos años que en esa institución no se nombraba a un calificado técnico, quien reúne todas las condiciones para realizar una buena labor, pese a las precariedades del organismo.

La tradición, por desgracia, había sido colocar en su dirección a un politicastro o una persona con escasa formación en estadística y en gerencia, que no realizaba sus funciones con dignidad y que se dedicaba la mayor parte del tiempo a hacer nada.

Tactuk tiene la enorme tarea de rescatar del descrédito y el aislamiento a que fue sometida la ONE en la desafortunada gestión anterior, caracterizada por la improvisación, el chisme y la incapacidad.

Sin embargo, esa misión se logra sin mayores esfuerzos si se consigue articular un equipo sólido que trabaje sin desmayo. Para Tactuk resultará fácil alcanzar ese objetivo, debido a su capacidad de trabajo y su talento.

El funcionario debe admitir que en el VIII Censo de Población y Vivienda, levantado en octubre del 2002, se cometieron grandes aberraciones y barbaridades. El censo debe ser sometido a una auditoría que determine el uso dado a los recursos utilizados en ese conteo de la población dominicana.

Supongo que el nuevo director habrá hecho ya los cambios necesarios en la institución para cercenar lo dañado y ha colocado en su lugar a personas capacitadas y deseosas de laborar. Quienes no quieren trabajar o torpedear el trabajo no deben continuar en la ONE.

Tactuk debe hacer todo el esfuerzo para sacar los próximos volúmenes del VIII Censo de Población lo más rápido, en la medida de sus posibilidades, así como fortalecer las estadísticas continuas y el personal técnico. Con esas dos acciones, la ONE se consolidaría bastante.

Los bajos salarios constituyen un grave problema en la institución, quizás los más precarios de la administración pública. Una tarea de Tactuk será tratar de cambiar esa situación como una forma de atraer a técnicos calificados al organismo.

Las encuestas que realizaba el Banco Central podrán dentro de poco tiempo pasar a la ONE, siempre y cuando se estructure un equipo fuerte para eso. Había sido una torpeza incalificable pasar esas encuestas en la gestión antecesora, como apetecían sus autoridades.

La ayuda de los organismos internacionales, sobre todo del Fondo Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE), regresará en la nueva ONE que se está forjando. La pasada gestión se cerró como un caracol a cualquier sugerencia internacional.

La página web de la ONE, que fue muy pobre en la gestión pasada, debería actualizarse y disponer de la mayor cantidad de informaciones. Son muchas la tareas que uno espera que emprenda Tactuk, que es ocioso citar en un artículo.

En fin, la gestión de este funcionario establecerá un precedente en la historia de la ONE, porque se perfila un nuevo amanecer en esa institución, aletargada durante años por la desidia, la ineptitud y la inacción.