Una exposición ofrece moda retro a la mujer iraní

<p>Una exposición ofrece moda retro a la mujer iraní</p>

TEHERAN, AFP. – Inspirada por la historia persa, una exposición-venta de moda femenina en la capital iraní quiere convencer a la mujer de la capital de privilegiar su herencia nacional en sus opciones vestimentarias, y resistir los cantos de sirena del estilo occidental.

Los tejidos y motivos encuentran su inspiración desde el imperio Aqueménida, hace más de 2.500 años, hasta la monarquía Qajar de principios del siglo XX, en esta exposición que coincide con la voluntad del Estado de promover una moda “iraní” conforme con el código vestimentario islámico.

Montada por la Organización de la Herencia Cultural, la manifestación recibe al visitante con unos maniquíes dispuestos en el antiguo palacio imperial de Sadabad, ataviados con atuendos coloristas e inspirados en las minorías étnicas kurda del norte y baluche del sureste.

“Queremos resucitar la antigua tradición de tejido y motivos iraníes adaptándolos a las necesidades del mundo moderno”, explica Babak Torabi, representante de una casa de costura.

Subraya la dificultad de encontrar modelos “porque no existen muchas obras sobre las prendas llevadas hace varios siglos”, y estima indispensable un “apoyo gubernamental para promover esta moda y hacerla asequible”.

Algunos vestidos llevan monedas cosidas en la parte delantera, otros conjuntos se completan con un sombrerito destinado a reemplazar el tradicional velo islámico. Los dobladillos de vestidos también llevan poesía persa caligrafiada.

La mayor parte de estas piezas están a la venta a un precio, del orden de 170 dólares, muy alto para la mayoría de los bolsillos iraníes.

 La revolución islámica de 1979 impuso un código vestimentario que obliga a la mujer a llevar al descubierto sólo las manos y el rostro, y a disimular sus formas femeninas. Pero esta regla la han ido resquebrajando poco a poco estos últimos años, principalmente en las grandes ciudades, mujeres jóvenes que deslizan su velo encima del cabello y llevan abrigos cortos y de talle ceñido.

En Teherán, vestimentas abiertamente occidentales contrastan aún más si cabe con el tradicional chádor negro, que cubre a la mujer de pies a cabeza con un solo velo opaco.

 El Parlamento conservador intentó un contraataque discreto anunciando el respaldo del Gobierno a una moda que mezcla el respecto del código islámico con la celebración de la herencia cultural persa.

 La exposición no carece visiblemente de conversos, aunque su número no refleja una revolución vestimentaria en las calles.

 “Exposiciones como ésta deberían multiplicarse en todo Irán”, estimó Sharareh, un joven maquillador.

   “El mejor medio de transmitir el mensaje de que nuestra cultura vestimentaria es rica pasa por la televisión. Las actrices y las presentadoras deberían ir vestidas así”, según él.

   Para Mojgan Erfani, una estudiante de arte, “los motivos son muy ricos porque reflejan nuestra cultura, pero los precios son demasiado altos”.

   La búsqueda de un atuendo femenino “nacional” tiene sus riesgos, como han podido comprobar los organizadores de una reciente exposición de moda en Teherán, criticados por haberse inspirado demasiado en la moda actual en países árabes.

“Nuestro objetivo es presentar al público la riqueza de los diferentes tejidos fabricados en Irán”, explicó una organizadora de la exposición, que requirió anonimato.

También afirmó que “numerosos modistos iraníes que participaron en la exposición hacen desfiles de moda en el extranjero, pero aquí muestran al mundo que concepciones puramente iraníes pueden tener cabida en el mundo moderno”.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas