Una familia sana con fronteras permeables

Una familia sana con fronteras permeables

POR HELEN JÁQUEZ
Se conoce  el término frontera como un límite, algo que divide. En cuestiones de relaciones humanas también se puede aplicar el término, pues existen fronteras cuando hay respeto hacia  otro como ser humano.

Una familia sana es un órgano social bien estructurado, donde cada uno de los miembros  sabe  cuál es su papel y  dónde existen fronteras permeables para que estas sean respetadas.  Pero, qué son las fronteras permeables. Según  la psicóloga Eugenia de Minaya,  terapeuta familiar y de pareja,  las fronteras permeables, sanas o normales, se dan cuando la madre y el padre saben respetar los espacios de sus hijos, su individualidad, pero nunca desentendiendo sus necesidades y prioridades, tanto las económicas, emocionales como morales.

“Una familia sana es aquella donde todos sus miembros  tienen  la capacidad de divertirse juntos, compartir y sentir juntos. Esto engloba muchas cosas, como entrar en su mundo y disfrutar con ellos (padre–hijos y viceversa). Un núcleo familiar que puede hacer  eso posee miembros que van caminando hacia lo que es el sendero de lo que es sano, a lo que llamamos familia inteligente”, explicó la doctora.

No obstante, una familia sana no está exenta de conflictos ni de problemas, pero tiene la capacidad absolutoria de resolver los inconvenientes que surjan en el camino del ciclo vital del ser humano y de la familia, de forma más inteligente,  manifestó el también psicólogo Luis Minaya.

Ambos expertos de la conducta humana fueron partícipes como conferencistas  de la recién  finalizada   Feria Internacional Vest, en la que participaron con la charla titulada “Familia sana”, y en la que resaltaron el valor familiar, los problemas más frecuentes que en ellas se presentan y cómo enfrentarlos de una manera sana e inteligente.

De igual forma destacaron la importancia de una buena relación de pareja.

La importancia de aprender a  “negociar” en la familia

¿Cuánto no se ha hablado de la importancia de la familia? De su valor como núcleo principal de una sociedad cada vez más decadente, en la que los valores morales y cívicos son olvidados rápidamente por una juventud que reniega de sus padres: ¿La causa? Ellos mismos, quienes por falta de mano dura  no logran  como resultado crear hombres y mujeres productivos, tanto el aspecto económico como social.  Innumerables factores influyen, como son: los medios de comunicación, el medio en el que se desenvuelven, rebeldía de  juventud o presiones grupales. Pero,  son los padres los forjadores de la integridad de un niño que en el futuro serán quienes lleven las riendas, son los padres los responsables de aportar las herramientas necesarias para que sus hijos sean seres humanos comprometidos a normas, leyes y deberes, son ellos quienes  deben de encargarse de establecer, desde la infancia, cuáles son los parámetros que dividen el bien del mal.

Los psicólogos y esposos Minaya, aseguran que nuestros problemas sociales  (como nación) son causas de un país en transición, de donde pasamos de una educación rígida,  con abuso de poder a una democracia, libertad y libertinaje total.

En donde la generación de nuestros padres fueron criados a pela y donde ahora los psicólogos le han dicho a nuestros padres que las correcciones crean traumas. “Pero  a veces es preferible  una nalgada a tiempo que un hijo en la cárcel por haber criado un delincuente”.

“A eso se le agrega el fenómeno de la globalización y de la evolución misma, tener un país globalizado significa una apertura, lo que significa ser  invadido con valores, culturas y  moda que no se educuan a nuestros hábitos ni a nuestra cultura”, explicó Luis Minaya.

¿Respetan los dominicanos estas fronteras?

“Es un común denominador que en nuestro país no se respeten estas fronteras. Usamos las fronteras difusas, en la que el vecino opina, en donde todo el mundo se mete  y opina. No hay nada definido.

Eso no es una familia inteligente ni sana”, dijo la psicóloga Eugenia de Minaya.

También están las fronteras rígidas las cuales son muy patológicas.  Se denomina como frontera rígida en donde existe el autoritarismo, que se caracteriza por una educación autocrática, donde hay abuso del poder.

Luis Minaya explicó que la parte sana indica orden y respeto, que si no hay respeto entre la pareja esto va afectar al hijo.

 Cuando se habla de orden se habla de una secuencia y de disciplina cuando existe respeto. Ambos psicólogos expresaron que la familia sana tiene una característica principal, cual es la negociación y los acuerdos, esta consiste en ponerse de acuerdo y nunca imponerse. Estas “negociaciones” son un gran aliado cuando la familia está conformada por hijos que están pasando por la etapa de la adolescencia, un ejemplo de esto es la hora de llegada a la casa, su hijo quiere llegar a las 2:00 a.m., pero usted quiere que esté en casa a más tardar a las 12:00, haga un balance. Haga que  sea a la 1:00 a.m. Es posible que los padres tengan la capacidad de educar por medio de negociaciones y acuerdos, pues según los psicólogos Minaya, esto hace que la familia se pueda clasificar como sana, libre de patologías.

Otros de los problemas que se presentan, cuando se rompen las fronteras permeables, son las descalificaciones o los silogismos. Emplear palabras como idiota, bruto o inútil son palabras que con el tiempo van creando en los niños resentimientos y baja autoestima.

 “Esto hace que en vez de corregir la conducta agrede a la persona, porque el hecho de que el niño o niña no haya realizado la tarea no lo hace un estúpido o que no haya recogido su cuarto un haragán. Hay que corregir el hecho no a la persona”, manifestó Luis Minaya.

Agregó que muchas veces existen personas que no llegan a tener un buen empleo o son profesionales mediocres porque durante su infancia fueron descalificados, y es ahí las respuestas de muchas interrogantes. Los especialistas  resaltaron que el 95 % de los problemas familiares tienen solución.

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