Bajo el lema “Avances tecnológicos para la industria 2018”, 221 estudiantes de la Escuela Nacional de Artes y Oficios (ENAO) presentaron todo lo que han aprendido a lo largo de dos años de bachillerato técnico.
María Genao Veras, directora de este centro, dijo que con esta feria buscan desarrollar en los estudiantes la curiosidad por la investigación, la creación y la realización de trabajos innovadores que causen impacto en la sociedad.
“Los estudiantes se entusiasman mucho cuando se anuncia la feria y cada uno da lo mejor de sí e invierte para que su proyecto sea el mejor”, explicó Genao.
Detalló que durante dos años, los jóvenes reciben las pautas necesarias para que puedan trabajar en una empresa estructurada o puedan formar la suya propia con todos los elementos necesarios.
La feria incentiva, además, el espíritu de competencia, ya que la escuela premia los mejores proyectos.
Sostuvo, además, que las propuestas presentadas cada año han evolucionado de acuerdo con las nuevas tecnologías.
Este año se celebra la décima versión de esta actividad y los estudiantes tienen la posibilidad de llevar a la realidad una verdadera empresa, lo que les permite palpar de primera mano cómo funciona el mundo de la pequeña y mediana empresa.
Elvin de los Santos, coordinador de los talleres de ENAO, dijo que los estudiantes pueden elegir entre ocho especialidades que se imparten aquí: ebanistería, refrigeración, electrónica, mecánica automotriz, mecánica industrial, desabolladura y pintura, electricidad y administración pública y tributaria.
Manifestó que al ingresar al centro, los estudiantes realizan un test que les permite ver cuáles capacidades poseen para que puedan entrar al taller que mejor les acomode y que les permita desarrollar de una manera eficiente sus habilidades.
“Nosotros nos esforzamos no solo por su formación técnica, sino también por una educación en valores”, aseguró De los Santos.
Agregó que esta escuela seguirá realizando esta feria, ya que los estudiantes la reciben con mucho agrado, además de que es una forma de que ellos (los estudiantes) pongan en práctica lo que han aprendido y que los maestros puedan ver lo que le están enseñando a estos jóvenes.
El recinto estudiantil de la Escuela Nacional de Artes y Oficios estuvo lleno de proyectos: talleres, mueblerías, tiendas electrónicas e incluso una empresa de refrigeración, cada una de ellas conformada con todos sus departamentos.