Con el ritual de cada año, concluida la cada vez más exitosa Feria Internacional del Libro que motoriza el ministerio de Cultura, su titular, el escritor José Rafael Lantigua, dispuso la galanura de remitirme una funda de cultura, en 19 títulos entre folletos y libros, que agradezco por partida doble.

José Rafael Lantigua será reconocido por la posteridad como el ministro de Cultura que más talleres, espectáculos de valía, promoción cultural y edición de libros realizó durante su gestión que siempre he aplaudido por su trascendencia y peso específico en los fastos del saber y su factura altruista.

Es cierto que en las ferias de libros que propicia Cultura proliferan los buhoneros como las abejas tras el polen de las flores, pero resulta que cada vez más escolares son conducidos por sus liceos a conocer de la fiesta del saber para concientizarlos en relación al valor de los conocimientos.

El presidente Leonel Fernández, que es un producto esforzado del conocimiento pero no solo de política, rol en que ha demostrado saber más que todos sus contendores porque ha ganado tres elecciones, siempre ha insistido en que aprovechemos cada instante tratar de conocer, en periódicos, revistas, documentales de tv, en History o Nacional Geographic, libros, todo lo que traduzca ilustración y saber, es cultura, y es lo que nos forma y nos hace diferentes.

Claro que advendrá el momento en que las ferias del libro serán realizadas en otro espacio más amplio o en ese mismo con parqueos de cinco pisos y en la cual podamos acudir sin órdenes de no ingresar a la Plaza de la Cultura y abandonar los vehículos a un buscón para que “le eche el ojo”, un sobresalto constante.

En el ínterin, vivimos y aplaudimos las fiestas culturales que cada año, con gran organización y trascendencia promueve José Rafael Lantigua. Bendiciones.