Una grandiosa oportunidad

Una grandiosa oportunidad

La meta trazada por el Gobierno para erradicar en dos años el analfabetismo podría ser una excelente oportunidad para poner en marcha una alianza entre el Estado y entidades privadas para hacer las transformaciones y actualizaciones que necesita nuestro sistema educativo. La necesidad imperiosa de esa alianza la invoca   Acción por la Educación (EDUCA), que desde su nacimiento en 1989 ha hecho diversos aportes para mejorar la calidad de la educación por medio de programas actualizados. Sus principales dirigentes comparecieron ayer como invitados al almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio y expusieron con detalles sus inquietudes sobre la materia.

  La aspiración de crear las normas necesarias para que Estado y sector privado impulsen las soluciones que necesita el sector educativo la sustenta EDUCA en la desventaja que tiene el país en materia de competitividad, debido a la baja calidad de la enseñanza. La entidad cita ejemplos exitosos de la gestión privada en beneficio de la enseñanza. El plan de alfabetización podría ser una magnífica puerta de entrada a esa alianza que promueve Acción por la Educación, y que puede ser ampliada para atacar en sus raíces muchos de los males sociales que afectan al país. El Gobierno haría bien en aprovechar esta visión de una entidad que ha impulsado con éxito muchos programas en pro de una educación de calidad.

La UASD: rehén de los partidos

La Universidad Autónoma de Santo Domingo es una especie de rehén de los partidos políticos, que accionan en la academia a  través de sus  grupos. Es un viejo mal que no ha sido resuelto por ninguna de las autoridades, a pesar de que en ocasiones las agrupaciones se han colocado por encima del orden y las normas. El rector actual,  Mateo Aquino Febrillet, está pidiendo a los líderes de las organizaciones políticas que “controlen” a sus grupos en la UASD para que dejen de intranquilizar a los estudiantes y personal administrativo.

Lo ideal sería que la universidad del Estado quede libre del dominio de los partidos políticos, y que sea el trabajo académico, la interrelación entre profesores y estudiantes, la prioridad a atender. Pero la realidad impone otra cosa. Algunos partidos han demostrado no tener voluntad política para propiciar que la UASD quede libre del laborantismo de sus grupos. Esa es la pura realidad.

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