Una herencia complicada

Una herencia complicada

Las proyecciones de crecimiento económico se reducen para 2011. La inflación anualizada a agosto fue 10.18%. El 61% de ésta fue provocado por “factores de origen monetario”, lo cual indica que las tasas de interés se quedan igual o subirán en los próximos meses, desatando fuerzas recesivas.

El FMI indicó que al primer semestre del año, las  metas para el déficit fiscal consolidado y la del déficit corriente del sector eléctrico no se alcanzaron. Lo primero, requiere más impuestos, menos gastos o mejor administración fiscal mientras que el segundo augura un eventual aumento de la tarifa eléctrica o un relajamiento de la meta.

El Gobierno Dominicano no tiene legitimidad para aumentar los impuestos. Diferentes mediciones realizadas por instituciones internacionales muestran una gran debilidad institucional del país, caracterizado por un debilitamiento del Estado de derecho, una disminución del control de la corrupción, falta de transparencia en el manejo del presupuesto y en las decisiones del gobierno, un elevado nivel de despilfarro en el gasto público, desviación de fondos, favoritismo en las decisiones gubernamentales, pagos irregulares y sobornos, entre otras, que ha creado una práctica gubernamental permisiva y tolerante con lo mal hecho y sin ninguna consecuencia legal por las violaciones a la ley, en especial si es miembro de la cúpula del partido  gobernante.

 En adición ha  habido unas prioridades de gastos dudosas, en desmedro de la calidad de vida de la gente. Muchos de esos gastos han sido financiados con deuda pública manejados en un marco institucional débil. Entre 2008 y 2010 se acumuló el 63% de los US$11.5 mil millones en que aumentó la deuda pública entre 2000 y 2010.  Esos recursos están comprometiendo más del 2.5% del PIB en pagos de intereses, sin que muchos de estos proyectos se repaguen. En los últimos años la deuda pública mantuvo la estabilidad macro-económica, financió el crecimiento y los subsidios del sector eléctrico. Eso es cada vez más difícil.

El escenario internacional está difícil. La peor situación será una depresión económica y en la mejor una larga recesión, hasta que se reestructure el capital a nivel mundial con una nueva era de cambios tecnológicos que genere una reanimación auténtica de la inversión y se paguen los costos de la crisis financiera que se inició en 2007-2008. Ello implica desempleo y pobreza en EEUU y Europa, afectando a Dominicana.

La herencia será un déficit institucional y en el Estado de derechos, un sistema político sin legitimidad para aumentar los impuestos y una práctica de repartir los bienes públicos en forma espuria, un servicio de la deuda agobiante de unos recursos mal gastados que no se repagan, un aparato productivo en recesión por factores internos y externos y una potencial crisis macro-económica. Una herencia complicada.

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