La reiterada posición del ex presidente de la República, Hipólito Mejía, oponiéndose a que los ex presidentes y funcionarios civiles y militares de alto rango sean sometidos a la justicia constituye un pie de amigo a favor de Danilo Medina Sánchez y su entorno familiar y militar acusados de un entramado de corrupción que escandalizó a la sociedad dominicana.
Por suerte el Ministerio Público que presiden los magistrados Miriam Germán Brito, Yeni Berenice Reynoso y Wilson Camacho, está lejos de ser influenciado por una persona que, cuando fue presidente, en vez de cumplir con su sagrada misión de defender y hacer respetar las leyes en lo atinente a la corrupción administrativa, afirma que en el primer gobierno de Leonel Fernández hubo corrupción pero que él, por respeto al ex presidente, se abstuvo de someterlo a la justicia junto a ex funcionarios como Félix Bautista y Diandino Peña.
La cuestionada y absurda posición del exmandatario se basa en que no se presta a la retaliación y cabría preguntarle si considera la actitud del Ministerio Público actual como un acto de retaliación contra los miembros de una organización criminal que saqueó miles de millones de pesos del erario, con la anuencia o permisividad del entonces presidente Danilo Medina Sánchez.