Una idea

Una idea

La República Dominicana se colocó en el primer lugar entre los productores de cigarros (habanos) al finalizar el pasado año 2005.

El país produjo habanos por un valor que sobrepasa los trescientos millones de dólares.

Esa información, facilitada por el Instituto del Tabaco, debe alegrarnos pues constituye una prueba de que se sigue una política coherente tanto en la producción como en el mercadeo del cotizado producto.

Más de treinta mil obreros agrícolas se beneficiaron de la cosecha tabacalera del pasado año y ese es, también, otro motivo para sentirnos alegres.

El prestigio ganado por la alta calidad del tabaco dominicano provoca que se falsifiquen marcas cotizadas y eso obliga a las autoridades a actuar con cierta drasticidad para evitar daño en un mercado que no deja de ser competitivo.

Grandes cantidades de habanos con sellos falsos fueron confiscados el año pasado por las autoridades e incinerados públicamente. Se afirma que los habanos quemados sobrepasaron un valor de doscientos millones de pesos.

Alrededor de este tema, y como solía decir el desaparecido periodista Rafael Herrera Cabral, se nos ocurre una idea tonta.

Los habanos con sellos falsificados que son confiscados por el Estado pasan a ser propiedad de dicho Estado y por ese motivo son destruidos.

¿No sería posible que el Estado, despojando esos habanos de los sellos falsos, busque la forma de que el tabaco, que no está dañado ni cosa que se le parezca, pueda ser utilizado?.

¿No sería posible que ese tabaco, legítimamente propiedad del Estado tras una confiscación de ley, sea negociado, dentro o fuera del país?.

Resulta ilógico que una mercancía que se comercia legalmente en el país, que está en perfectas condiciones, que es propiedad del Estado, tenga que ser destruida en vez de ser vendida a consumidores nacionales o extranjeros?.

¿Se ha pensado, acaso, que los millones de dólares que produzca la venta de ese tabaco se puede invertir en la mejora de las plantaciones del mismo?.

La idea está lanzada.

Atenciones

El Comité de Operaciones de Emergencias (COE), del gobierno, ha preparado un amplio programa dirigido a evitar accidentes y atender urgencias durante la Semana Santa. Ese programa estará vigente desde el Miércoles Santo hasta el próximo domingo en horas de la mañana.

El operativo contará con cuatro hospitales móviles, 492 puestos de socorro, 72 ambulancias y unos 28,000 voluntarios que darán asistencia a quienes la requieran.

Se espera que la ciudadanía corresponda con los esfuerzos que realizará el gobierno para evitar desgracias y que lo haga, para bien de todos, con una reducción de velocidad en las carreteras y la eliminación del consumo de alcohol para quienes tienen un guía en las manos.

Esas medidas dirigidas a proteger a quienes salen de las ciudades, junto a un patrullaje efectivo de calles y avenidas, deben permitir a los dominicanos pasar una feliz Semana Santa.

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