Una incorrecta forma de actuar

Una incorrecta forma de actuar

Los errores, generalmente, pesan y pisan. Ellos son como el tiempo: siempre pasan factura y, cuando lo hacen, es importante saldar la cuenta. Posteriormente, es de rigor que aprendamos la lección. De lo contrario, jamás habrá valido la pena.

Así, de forma equivocada, se están comportando las autoridades en torno al conflicto con los médicos. Para comenzar, hay que resaltar que ha habido pocas intenciones de negociar. Valiéndose de las formas, y diciendo que mientras hagan paros y protestas no hay negociación, se han quedado en vanas promesas que rompen una y otra vez.

Si bien es cierto que los médicos han sido recibidos en Salud Pública, también hay que reconocer que han sido reuniones estériles que no llegan nunca a nada. ¿Exceso de intransigencia en ambas partes? Es posible.

Si hasta ahí las cosas estaban mal, lo del jueves pasado fue de antología: ¿cómo se les ocurre sacar a los médicos, apostados en Salud Pública, por las malas? Bastaba guardarles un rincón, y dejarlos tranquilos, para que su protesta no significara más que una intromisión en un espacio público.

Al sacarlos a la fuerza, sin embargo, les convirtieron en mártires y héroes de la gran lucha que muchos no se ha atrevido a librar: la de la dignidad. Porque, ¿cuántos dominicanos viven en condiciones realmente dignas? Una minoría.

Por eso es que, aunque uno entiende el reclamo de los médicos, a veces se pregunta qué pasaría si sólo a ellos se les paga un sueldo decente. ¿Y los maestros, las enfermeras, ingenieros… y demás empleados públicos? Quizás, ellos también se apuestan en sus carteras y empiezan un intenso proceso de lucha que derivaría en anarquía.

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