Una joya desconocida:
Plan Sierra

Una joya desconocida: <BR>Plan Sierra

En la década del 70, monseñor Roque Adames, soñó con ver el reverdecer de su sierra y comenzó a tocar puertas de los visionarios empresarios de Santiago, no se imaginó antes de morir que a los 40 años de sus empeños, comenzaron a dar frutos por manos de valiosos seres humanos que creen en su región.

El grado de depredación de la sierra exigió medidas heroicas, en que no solo era prohibir talar los bosques, sino concienciar a sus habitantes desde Jánico, San José de Las Matas hasta Monción, para que supieran convivir con la Naturaleza.

Para 1960, el área boscosa comenzó un acelerado proceso de exterminio, que para 1980 esa área se había reducido a un 20% de sus casi dos mil kilómetros cuadrados. Gracias al Plan Sierra, que inició sus primeros trabajos en 1979, el área boscosa en la actualidad se ha vuelto a restaurar al 80%, lo cual es palpable al observar de cómo casi en todas esas mini cuencas sus ríos y arroyos están reforestadas.

El Plan Sierra contó con el entusiasmo de valiosos santiagueros, que aportando terrenos y recursos, motivaron a que importantes instituciones internacionales acudieran a apoyar lo que se comenzó a realizar tímidamente. Ahora marcha hacia una consolidación de las cuencas de los cursos fluviales que, de una manera u otra, llegan al principal río del país que es el Yaque del Norte.

Las presas existentes, tanto la de Tavera represando al Yaque del Norte, y las de Bao y Monción se nutren de los ríos Bao y Mao por el agua que les aportan las cuencas de la sierra. Gracias al trabajo de reforestación, y al manejo científico de las cuencas de arroyos y ríos, aseguran una integración notable de los habitantes de la zona, proporcionando la seguridad para que sus ríos no vuelvan a casi desaparecer.

Las instalaciones del Plan Sierra en Los Montones, gracias a los aportes en terrenos de la familia Bermúdez y lo que ha hecho la Fundación Kellogs, así como la familia Grullón y la Ureña, contribuyen a que la enseñanza y tecnificación de los serranos adquiera una categoría institucional que se transmite a los demás habitantes, ahora conocen cuál será su futuro; antes lo cifraban en emigrar hacia Estados Unidos en donde existen importantes asentamientos de serranos.

Para conservar lo que se ha logrado, con el resurgimiento de los bosques, se necesita sostener los planes para un manejo adecuado de las cuencas de los ríos y arroyos como el Inoa o el Jánico asegurando la continuidad de la recuperación actual. Profesionales de alta calidad como los Peralta, Santos, Checo y otros permiten avanzar hacia la consolidación de la Sierra.

Es importante que se vuelva a retomar la construcción del proyecto hidroeléctrico de Las Placetas, que por cerca de un año se encuentra paralizado, y lo que se había hecho se deteriora a la espera de algún financiamiento.

De todas maneras el Plan Sierra tiene por delante una gran labor, en que sus principales funcionarios, apoyados por gentes muy valiosas de la Asociación para el Desarrollo, Inc. (APEDI) marchan hombro con hombro con quienes saben la importancia de rescatar y devolverle el mejor esplendor a esa región norte de la Cordillera Central.

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