UNA JOYA
De Raúl Valdés

<STRONG>UNA JOYA<BR></STRONG>De Raúl Valdés

Necesitando un triunfo para mantenerse con vida en el Round Robin, las Aguilas Cibaeñas consiguieron justo lo que necesitaban para alzarse con la victoria. El zurdo cubano Raúl Valdés tiró el primer juego completo de la temporada invernal dominicana y las Aguilas Cibaeñas vencieron 3-1 a los Tigres del Licey para empatar en la segunda posición y seguir peleando por la Copa BHD.

Valdés (1-1) lanzó las nueve entradas del encuentro y solo toleró cinco indiscutibles y una carrera, sin dar boletos y con tres ponches, cuando solo queda un partido del calendario regular del Round Robin.

El zurdo comenzó el partido con cierto descontrol, permitiendo tres indiscutibles y una carrera en la primera entrada, gracias a un doble productor del torpedero Erick Aybar.

Pero el Licey no supo capitalizar y Anderson Hernández fue puesto out en la goma para completar una doble matanza, intentando anotar con el sacrificio para matar un rally.

De ahí en adelante, Valdés logró equilibrar su actuación, retiró 15 consecutivos, y apagó la ofensiva del Licey, que perdió su noveno encuentro de la postemporada.

Las Aguilas empataron el partido en el tercer episodio, con un sencillo productor del estadounidense Brandon Moss.

En el quinto, Carlos Gómez tocó de hit, se robó segunda y anotó con un sencillo al jardín izquierdo de Elián Herrera para tomar ventaja 2-1. En el noveno, Gómez fue protagonista nuevamente, conectando un sencillo remolcador de Juan Carlos Pérez para ampliar la ventaja.

La derrota fue para Robinson Tejeda (0-1) al trabajar dos entradas y un tercio en las que permitió tres hits y una carrera.

Por las Aguilas, Carlos Gómez, de 4-2 y remolcada y Brandon Moss, de 3-2.

Puertas cerradas en el Quisqueya

Para el partido de mayor interés en todo el año en el Estadio Quisqueya se produjo una peligrosa situación cuando todas las puertas de entrada y salida del parque de la capital fueron cerradas durante la celebración del encuentro en violación de las normas de seguridad en un evento multitudinario.

Una estampida de fanáticos que reclamaba entrar al estadio, con y sin boletas, venció momentáneamente a los miembros de la seguridad privada.

 “Se armó un corredero y me arrastraron, aquí no hay policías y tomamos la decisión de cerrar las puertas”, dijo una joven de la seguridad, con la cara golpeada.

Se vieron muchos fanáticos de pies en el parque cuando se supone que esa práctica está prohibida en el Estadio Quisqueya.

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