Una Latinoamérica convulsionada en cumbre
de Viena

Una Latinoamérica convulsionada en cumbre <BR>de Viena

VIENA (AFP).- Una América Latina convulsionada por divisiones en sus bloques regionales y disputas ideológicas y una Unión Europea en plena crisis de identidad abren hoy, jueves, en Viena su IV cumbre, marcada también por actividades paralelas como un encuentro alternativo lanzado ayer, miércoles, por los opositores a la globalización y el modelo neoliberal.

Hugo Chávez, Evo Morales, Lula da Silva, Michelle Bachelet, Néstor Kirchner, Tabaré Vázquez: los jefes de Estado y de gobierno latinoamericanos de la cumbre darán mucho que hablar en esta reunión que Austria considera como “el evento” de su presidencia rotativa de la UE.

Y es que América Latina se encuentra en plena ebullición, con el creciente protagonismo del venezolano Chávez; su acercamiento al líder indígena boliviano Morales, que acaba de nacionalizar los hidrocarburos de su país; la llegada de una mujer al poder en Chile; y conflictos como el de Uruguay y Argentina por las papeleras.

Del lado europeo, las figuras presentes en Viena no son menos importantes: el británico Tony Blair, el francés Jacques Chirac, el español José Luis Rodríguez Zapatero, la alemana Angela Merkel, además del presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Durao Barroso.

Con este elenco explosivo, ambos bloques discutirán durante tres días (el jueves a nivel de cancilleres, el viernes los jefes de Estado y de Gobierno, y el sábado los bloques latinoamericanos y la troika europea) sobre sus relaciones bilaterales con el objetivo de lograr avances en tres pilares (político, económico y social).

La lucha contra la pobreza, el reforzamiento de la democracia, los derechos humanos, el multilateralismo, los acuerdos de asociación, la energía y la educación, son algunos de los doce temas principales de las conclusiones de la cumbre, según un borrador del documento al que tuvo acceso la AFP.

Si la cumbre de Guadalajara (México) en 2004 abrió la puerta para avanzar en acuerdos de asociación entre la UE y los bloques latinoamericanos (Mercosur, CAN, América Central), la situación política ha cambiado considerablemente a uno y otro lado del Atlántico desde aquel entonces.

Mientras la UE cayó en una grave crisis a mediados de 2005 por el rechazo a la Constitución Europea por parte de franceses y holandeses, en América Latina la llegada al poder de Morales y Bachelet fueron los primeros grandes cambios de un año electoral marcado además por el alejamiento de Venezuela de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y las peleas internas en el Mercosur.

A esto se sumó en los últimos días el anuncio de Bolivia de nacionalizar sus hidrocarburos, lo que volvió a actualizar el debate sobre cuestiones como el regreso del populismo en Latinoamérica y la seguridad jurídica, y las inversiones extranjeras.

Además, por supuesto, en la cumbre estará presente “de modo general” la situación en Cuba, ya que antes del 30 de junio próximo la UE debe decidir si mantiene la suspensión de las sanciones que aplicó al régimen de Fidel Castro en 2003 por la detención masiva de opositores políticos.

Ni Castro ni el colombiano Alvaro Uribe, en campaña electoral por su reelección, estarán en Viena esta semana.

Para el resto de los presidentes latinoamericanos, la cumbre será una excelente ocasión de defender intereses nacionales, y por ello habrá muchas reuniones bilaterales al margen, como las que sostendrán Lula da Silva con Tony Blair, Merkel y Rodríguez Zapatero, o la que tendrá Tabaré Vázquez con el secretario general de la ONU, Koffi Annan, o la finlandesa Tarja Halonen.

En cuanto al área comercial, las expectativas de que de Viena salgan resultados concretos se han reducido considerablemente.

El lanzamiento de negociaciones para un acuerdo comercial entre la UE y Centroamérica será el anuncio estrella de la cumbre, mientras la región andina quedará de momento relegada y Mercosur espera al fin de la ronda de Doha para ampliar su comercio con la Unión.

Algunos jefes de Estado latinoamericanos, como el argentino Kirchner o el mexicano Vicente Fox, llegaron el miércoles a Viena, donde horas antes se inauguró una cumbre alternativa organizada por la Alianza Social Continental para analizar los efectos de la globalización neoliberal.

La empresa francesa Suez, las españolas Repsol-YPF, Aguas de Barcelona, Riu Resorts y ENCE, la italiana Bennetton y la británica Monterrico Metals, son algunas de las 30 transnacionales que un tribunal popular comenzó a juzgar ante medio millar de delegados, activistas y expertos por abusos ecológicos, laborales y humanitarios.

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