Una legítima aspiración

Una legítima aspiración

El sector agropecuario del país ha estado muy activo últimamente, impulsando un reclamo que debería ser evaluado por el Gobierno. La aspiración de los productores, de que el Gobierno les dé más participación en las compras del Estado, debería ser tomada en cuenta como parte de una estrategia de protección aplicable hasta donde permitan los tratados de libre comercio de los cuales somos compromisarios. Países como Brasil y Argentina frecuentemente adoptan decisiones para proteger sus sectores productivos sensibles a la presión de las importaciones de bienes y servicios.

Un punto de partida en la dirección que aspiran los productores agropecuarios sería la revisión de la Ley 27-01, sobre Compras y Contrataciones del Estado. Esa es una aspiración expuesta recientemente por tener la Confederación Nacional  de Productores Agropecuarios (Confenagro) durante un encuentro con miembros de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados.

 Aunque los insumos agropecuarios han sido liberados de impuestos y esto abarata los costos de producción, queda pendiente resolver problemas de competencia en el mercado, en particular en el ámbito de las compras del Estado. Siempre debe ser factible dar la protección necesaria a los productores locales, sin entrar en contradicción con tratados comerciales con otros países.

Diagnóstico a tomar en cuenta

En cuatro décadas, el desempeño del turismo y las zonas francas del país ha sido decreciente, con descensos sostenidos en su crecimiento. Esta situación está planteada en la investigación “4 Décadas de Políticas de Desarrollo Productivo en República Dominicana”, elaborada por Rolando  Guzmán, Manuel Agosin, Magadalena Lizardo y Rafael Capellán y puesta en circulación por el INTEC, la Asociación de Industrias de la República Dominicana y el Consejo Nacional de Competitividad.

Este diagnóstico acerca del comportamiento de dos de los pilares de nuestra economía aconseja una redefinición de las políticas que aplica el  Estado para la sostenibilidad de estos sectores. Esa redefinición es un paso necesario, pues aparte de los factores de competencia regional en ambos renglones, están los elementos de crisis financiera internacional. El diagnóstico obliga a buscar remedio cuanto antes.

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