Graduado con honores como disertante, el martes pasado el presidente Luis Abinader se creció en un discurso que lo mostró con más seguridad y dominio del escenario: los casi cuatro años de mandato se notan ya en el aplomo que lo engalana pero también en la entonación que viste de énfasis para enardecer a las masas.
Distinto, el presidente Abinader se presentó ante la Asamblea Nacional con un discurso reeleccionista en el que hizo un recuento de ejecutorias y logros. ¡Pena que la cuenta del supermercado no nos permite ver el crecimiento de la economía! ¿Cuándo lograremos que la riqueza se redistribuya de alguna manera?
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En su repaso hubo temas que quedaron en el tintero, sobre todo el de los deportes que ni siquiera mencionó, mientras que al hablar de otros como el de la corrupción y la atención primaria fue muy tibio.
«Quiero detenerme, por otro lado, en la “Ley Integral de Violencia contra las Mujeres”, depositada por el Poder Ejecutivo en el Senado el 12 de diciembre del 2022, ya que el presidente Abinader dijo que “no quisiera concluir esta etapa de Gobierno con esa deuda”: de haberse aprobado ya, Paula Santana estaría viva, ya que tipifica y sanciona todo tipo de acoso. El Congreso no puede demorar más esa legislación. No permitamos que haya otra Paula más.