Heriberto Morrison 
Teresa Durán, sin discusión la atleta criolla más dominante y galardonada de todos los tiempos entre las figuras notables de las diversas disciplinas, fue nombrada recientemente como la dirigente del equipo masculino Huellas del Siglo, para el próximo Torneo de Baloncesto Superior del Distrito Nacional, un hecho sin precedentes que se agrega a su caudaloso historial de hitos singulares.
La noticia causó gran impacto en los medios de comunicación locales, por ser la primera vez que se le confía a una mujer esa responsabilidad en un ámbito donde todavía se impone el machismo. Para asumir esa intrincada tarea tendría que ser una representante del sexo femenino dotada de condiciones excepcionales y poseída del suficiente carácter e inteligencia emocional para ganarse el respeto de los jugadores, los equipos y los oficiales involucrados en la justa.
Teresa, no sólo ha sido una de nuestras figuras más emblemáticas y exitosas en competiciones nacionales e internacionales, sino que tras su retiro, ha sabido mantenerse con el mismo entusiasmo como promotora del deporte del aro y el balón. También ha desplegado una loable labor como directora de la oficina de Género y Deportes del Ministerio del ramo, encabezado por Jaime David Fernández Mirabal, quien ha impulsado políticas a favor de que las mujeres tengan la misma oportunidad que los hombres no sólo en el juego sino también de ocupar puestos directivos.
El camino recorrido por Durán desde las limitaciones materiales de un hogar localizado en la popular barrida de Guachupita hasta ascender a la élite de la competición internacional, no sólo fue necesario haber nacido con un talento especial. Fue indispensable conjugarlo con una gran dosis de voluntad, disciplina y autoestima. Por sus extraordinarios logros que dieron gran brillo al nombre de su país, en el año 2014, fue exaltada a la inmortalidad del Deporte Dominicano.
Describir el edificio de hazañas y logros acumulados durante su ilustre carrera no sería posible en el espacio que disponemos en esta entrega, por lo que intentaremos hacer una apretada síntesis de lo más trascendente en su accionar que abarcó un periodo de más de dos décadas.
En 17 ocasiones fue escogida por la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo (ACD) como la “Baloncestista del Año”, incluyendo dos en el nivel juvenil, máximo total tanto para el renglón femenino como masculino. La misma distinción en el nivel superior la recibió siete veces por el Comité Olímpico Dominicano.
Ha ganado 26 campeonatos en el Torneo Distrital de Baloncesto Femenino Superior, 16 con las Águilas de Guachupita y 10 con el Mauricio Báez, siempre como la figura principal. También ha tenido brillantes actuaciones como refuerzo en Colombia, El Salvador, Puerto Rico, Venezuela y Guatemala.
Ha sido líder de puntos de todos los tiempos en Juegos Centroamericanos y del Caribe, con un total de 486 con un promedio de 19.4 en 25 juegos. Fue líder con promedio de 19 puntos por juego en el Torneo Pre-Olímpico celebrado en Ciudad México. Uno de sus grandes reconocimientos fue haber sido escogida para el quinteto “all star” en el torneo Pre-Olímpico celebrado en Cuba en 1984.
En los Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en San Salvador en 2002, donde el equipo criollo conquistó la medalla de oro, impuso dos récords: anotó 51 puntos en un partido y un total de 38.5 puntos por juego.
En la justa de los Juegos panamericanos de Winnipeg, Canadá en 1998, conquistó el liderato de puntos con promedio de 25.6 por juego. También fue la máxima anotadora con promedio de 19 puntos en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo-2003.
Teresa Durán, orgullo nacional y ejemplo a seguir por las presentes y futuras generaciones.
