Es increíble cómo las madres modernas son una especie de súper mamás que hacen de todo, se parten literalmente en múltiples pedacitos para complacer a todos y todas, olvidándose muchas veces de sacar algo de tiempo para ellas mismas.

Es importante que si te identificas con esta descripción organices tu agenda y te dediques, al menos 20 minutos para tí sola al día y medio día a la semana, para complacerte: ir al salón de belleza, a la estética a realizarte algún chequeo médico (que muchas veces dejas imprudentemente pasar hasta un año) que sea periódico (cada tres o seis meses).

No importa cuán ocupada te encuentres, sino aplicas las reglas de tiempo para ti misma, puedes verte en la indeseable encrucijada de enfermar, entonces involutariamente no podrás estar disponible para nadie.

Más que criticar,  la idea es evaluar  la manera en que te entregas a tu familia, saber si necesitas ser más flexible contigo misma y con tus hijos, si te hace falta  compartir más cariño y tiempo con quienes te rodean ó bien ser un ponco más egoísta, disponer de tiempo para hacer lo que te gusta y estar sola,  luchar  por  alcanzar  tus metas, o aprender a poner límites y dejar de ser la sufrida o la subyugada; madre eres especial y como tal debes primero tratarte tú, para que los demás hagan según tu ejemplo.

Recuerda, lo más importante es priorizar y saber que es lo más importante en tu vida. Debes aprender a buscar el equilibrio entre tu vida privada y tu vida pública, hay cosas las cuales no son negociables como el tiempo de tu familia y el exclusivo para ti.

La clave

1. No importa la cantidad de hora, lo importante es la calidad.

Sentarte a dibujar o simplemente jugar con los niños y lo mismo con tu pareja; no es lo mismo hablar de los niños que hablar de ustedes o hacer algo que a ambos les   guste mucho. Con frecuencia los padres se olvidan del tiempo de ellos y toda gira en torno a los hijos y se convierten en excelentes padres pero  como parejas se debilitan.

Lo primero en tu lista, debe ser el tiempo dedicado a  tu crecimiento espiritual. Ese tiempo libre donde puedas hacer algo que te guste mucho y te desconecte aunque sea por una hora de tu rutina.

Los momentos en los cuales tienes el rol de esposa, no es el mismo que el de mamá, por lo que debes saber diferenciarlo y a cada uno sacarle un espacio.