Una madre que sabe de pasar trabajo

Una madre que sabe de pasar trabajo

SANTIAGO. Ella presume, y a mucha honra, de ser una hija privilegiada de Dios, cuando resume sus 60 años como marchanta, que la hicieron ser una mujer fuerte y  criar una  familia de 10 hijos.

Zoila Balbuena es de las muchas mujeres que recorría diariamente 22 kilómetros desde su hogar en La Ceibita hasta el Hospedaje Yaque, donde se suplía de vegetales, frutas, escobas, carbón y otros artículos, para salir a venderlos  por las calles del Centro Histórico de Santiago.

Desde que salía de su casa, su único acompañante era “Veterano”, su burro, del que comenta era su fiel amigo y el que junto a ella soportó días de sol y de lluvia, calor y  frío, y quizás lo más gratificante: el cariño diario de sus clientes, quienes la esperaban. Esta emprendedora mujer es un verdadero ejemplo de las marchantas que ofrecieron a Santiago cultura popular, por su originalidad y sabor a pueblo.

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