La decisión de la ministra de Educación, licenciada Josefina Pimentel, de clausurar de manera definitiva a una docena de colegios privados que por años venían arrastrando una serie de irregularidades que afectaban seriamente su capacidad docente, es la mejor demostración de la seriedad con que la misma ha asumido sus elevadas funciones.
Esos centros educativos privados, la mayoría de ellos enclavados en el Distrito Nacional, venían burlándose de las anteriores autoridades educativas, ya que aunque eran sancionados por la gravedad de los hechos ocurridos en los mismos, no respetaban las medidas que se adoptaban para corregir las deficiencias e irregularidades, y continuaban funcionando mediante el simple ardid de cambiar de nombre o de dirección, y a veces ni siquiera eso.
El hecho de que en esos centros docentes se impartiesen las Pruebas Nacionales a estudiantes que no eran alumnos inscritos en los mismos, de que se alterasen notas, son hechos comprobados, de los cuales se ha apoderado al Ministerio Público para que adopte las medidas oficiales definitivas en torno a estos casos.
La transparencia que la titular del Ministerio de Educación ha impreso a sus actuaciones son la más palpable comprobación de que allí impera un espíritu de servicio conforme a las enseñanzas del fundador del Partido de la Liberación Dominicana, profesor Juan Bosch, y que ha continuado el Presidente de la República, doctor Leonel Fernández.
Naturalmente que no se trata de una lucha al estilo del Llanero Solitario, impensable en estos mundos tecnológicos de principios del siglo 21, por lo cual la licenciada Pimentel se ha rodeado de un equipo de la más alta capacidad docente y administrativa, una constelación equiparable a un conjunto de estrellas del béisbol de las Grandes Ligas.
Esto puede comprobarse visitando su sede central en la avenida Máximo Gómez, y enterarse de quienes son los hombres y mujeres que están al frente de los departamentos administrativo, financiero, auditoría, contabilidad, ingeniería, relaciones públicas, licitaciones y compras, entre otros, y de quienes ocupan los respectivos viceministerios, como hemos tenido la oportunidad de comprobarlo.
Bajo la gestión de la licenciada Pimentel el Ministerio de Educación, que el próximo año manejará dentro del Presupuesto Nacional la mayor suma de recursos jamás otorgada por ningún gobierno anterior, estamos trillando nuevos caminos para alcanzar la capacitación y calidad a que todos aspiramos, vistamos o no ropas y sombrillas amarillas, en materia de enseñanza.