Las épicas manzanas no solo ayudaron a Newton a descubrir el principio de la gravedad, sino que han acompañado a la humanidad por siglos de historia culinaria como una fruta de propiedades maravillosas. Son tan saludables que en ellas se inspiró el famoso refrán: “One apple a day takes the doctor away” (“Una manzana al día mantiene lejos al doctor”).
No son la “fruta prohibida”. Originarias del continente asiático, por toda la región de lo que hoy corresponde a Kazajistán, las estigmatizadas “Malus domestica” (nombre científico) vienen en más de 7 000 diferentes variedades, aunque son menos las comerciales.
Solo en Estados Unidos se producen unas cien, siendo el segundo productor mundial después de China y seguido por Turquía, Italia y Polonia. Éstas crecen en zonas templadas y frías.
No hay razón alguna para considerar la manzana como el fruto prohibido del relato bíblico, pero sí muchos motivos para comerlas. De hecho, su consumo ayuda a reducir el colesterol gracias a la pectina, además de ser un excelente antioxidante, rica en vitaminas y un limpiador natural de la dentadura.
Cultura manzanera. Aparte de sus propiedades nutricionales la manzana tiene un amplio uso en la cocina debido a su gran versatilidad que va desde la elaboración de deliciosas tortas, “pies” y ensaladas, hasta sidras y vinagres.
En Estados Unidos su consumo es tan generalizado que en 1904 se instituyó la “Semana Nacional de la Manzana” que ahora se extiende a todo el mes de octubre, cambiando así al “Mes Nacional de la Manzana”, que promueve su venta y cultivo (no en vano es la fruta oficial de seis de sus estados). Más al sur, Argentina celebra, en febrero, su propia “Fiesta Nacional de la Manzana” desde 1964.
Tips. Un consejo útil a la hora de comprar esta fruta de usaapple.org es seleccionar las que sean firmes al tacto y tengan buen aroma. Correctamente refrigeradas, pueden durar entre 4 a 6 semanas, pero debe mantenerlas lejos de alimentos con olor fuerte.