La contaminación en los alimentos es de alta preocupación en la República Dominicana, pero es igual de grave  la falta de educación alimentaria que prima, aseguró ayer la doctora Mery Hernández, pediatra perinatóloga y nutricionista.

Para llamar la atención en torno a la situación, Herández, acompañada de una veintena de personas, marcharon y pidieron a los organismos del Estado que si una empresa no fabrica alimento de calidad, los consumidores tienen derecho a saber el nombre del producto contaminado y de la casa comercial que los dañó.

Se refirió, además, al alto porcentaje de niños desnutridos que tiene la República Dominicana, un 13%. Esta semana el país ocupó en el ámbito internacional el lugar número  cuatro entre las naciones en que sus ciudadanos pasan hambre. El lugar número tres lo ocupa Haití.

La marcha se llevó a cabo en el kilómetro uno de la avenida de la Salud, en el Mirador Sur.

A juicio de Hernández, la República Dominicana tiene una alta incidencia de alimentos con poca calidad, lo que pone en peligro una vida saludable.

Sin embargo, insistió en que los organismos encargados de velar por la calidad deben ser más responsables a la hora de establecer responsabilidades de adulteración o falta de calidad. Expresó preocupación por la desnutrición.

El apoyo.  La marcha en contra de la contaminación de los alimentos y por una alimentación sana tuvo el auspicio de la compañía E. León  Jimenes, Induveca, agua Alaska, agua Orbis,  Planeta Azul, chocolate Munné; también de  la Federación Dominicana de Béisbol, Fenatrano, Ars Renacer y la Agrupación Médica del Instituto Dominicano de Seguros Sociales.