Una moda totalmente viajera

<P>Una moda totalmente viajera</P>

EFE/  Reportajes. De Los Angeles a Ibiza haciendo una breve parada en Nueva York. Esta primavera haz las maletas porque viajarás más que Willy Fog. Los diseñadores dicen no a las temporadas, las tendencias uniformes y a los lugares comunes, picoteando en cambio de todas las culturas y su folclore, para confeccionar unas colecciones que tienen poco de estático y mucho de versátiles. Viajar es escaparse de la realidad para huir al mundo de los sueños.

La moda de esta temporada es viajera, una turista avezada debe ser  apasionada y conocer la cultura, paisajes, gastronomía y arte de los lugares que visita. La moda se empapa de ello.  

En la actualidad, los modelos que lucía la jet set de los años 50 en la Costa Azul, la ebriedad juvenil de Grace Kelly o el «chic wasp» de Autrey Hepburn en “Vacaciones en Roma”, se mezclan con ricos brocados que recuerdan a la María Antonieta de Sofía Coppola.

Todo ello en lucha armónica con bustiers serigrafiados de la mano de los maestros expresionistas, túnicas tricotadas, vestidos lenceros o el estilo safari de Karen Blixen (Memorias de Africa) reinterpretado.

Existe una amalgama de tendencias que van de las ñoñas camisas de encaje inglés al glam de los años dorados de Studio 54.

Mirando a Oriente.  La paleta cromática, por su parte, mira a Oriente. Azul intenso, beige, tierra o barro, se erigen como las tonalidades estrella con alguna que otra pincelada de amarillo sol. Muchas fuentes de las que beber para unas colecciones sofisticadas, neorrománticas, folk, disco, etéreas… .

El negro pervive en el verano de 2008. Mujeres convertidas en iconos como Jackie Kennedy o Cocó Chanel fueron fanáticas asiduas del imbatible color negro. Vestidos estrechos, con manga corta, larga, por encima, etc. El negro consigue reinventarse desde hace décadas.

Las prendas de punto o ganchillo son otro de los must que no podrás olvidar si quieres estar a la última, combinados con shorts y sandalias-bota, como las que propone Nicolás Ghesquiere para Balenciaga o Miuccia Prada.

Para los días calurosos vestidos-polo, blusas transparentes y caftanes.

El denim, por su parte, se luce muy lavado. Pero, sin duda estas tendencias se dirigen a las mujeres clásicas.

Las que gusten de llamar la atención se apoderarán del estilo rebelde  de Diane Von Furstenberg en la época dorada de Studio 54. Conviértete en una verdadera disco queen por medio de tanks, colores flúor como fucsia, celeste, lila o amarillo y borda tus prendas con lentejuelas.

Lujo-Trash: Es lo más.  No te olvides de un concepto primordial para triunfar sobre todas las demás: Lujo-trash, o lo que es lo mismo, mezclar prendas confeccionadas en ricas telas, sedas, brocados o pailettes,  con materiales y estructuras pobres o hippies.

Así un buen ejemplo de ello puede ser unir a mini camisas de encaje inglés pantalones que recuerdan a pijamas. Shantungs de seda india con vaqueros o minifalda con bustier joya.

El estilo safari se reinterpreta de la mano de Proenza Schouler, con cinturones que marcan cinturas de avispa y apuntes al military glam.

Respecto a la tendencia neorromántica: el rosa palo, el beige crudo, el celeste matado y el negro se apoderan de la pasarela vistiéndose de sedas, muselinas y popelines. Los looks decadentes se combinan con diademas.

Imposible olvidarse de la vanguardia artística.

La mujer trendy de la temporada estival conoce las novedades en el campo del arte a la perfección, conocimientos que emplea para aunarlos con la moda. Mondrian pinta sobre los vestidos como si fueran lienzos.

La tendencia étnica también tiene cabida en unas colecciones tan polivalentes. Flecos como los que luce Pocahontas en la peli de Disney, plumas cuajadas por todas y cada una de tus prendas, cuentas de colores, bordados y explosión de colores con la combinación chocolate con nata como protagonista.

Dentro del universo étnico los arquitectos de la moda miran a los músicos nómadas, los artistas de circo y la parafernalia que les acompaña… Faldas largas como las que portaban las gitanas para recorrer Europa en sus carromatos y leer el destino en sus bolas de cristal se maridan a camisas blancas de popelin. 

Las claves

1.  Tonalidades estrellas

La paleta cromática mira a Oriente. Azul intenso, beige, tierra o barro, se erigen como las tonalidades estrellas con alguna que otra pincelada de amarillo sol.

2.  Estilo rebelde

Las que gusten de llamar la atención se apoderarán del estilo rebelde  de Diane Von Furstenberg en la época dorada de Studio 54. 

3 .  Lujo-trash

No te olvides de un concepto primordial para triunfar sobre todas las demás: Lujo-trash, o lo que es lo mismo, mezclar prendas confeccionadas en ricas telas, sedas, brocados o pailettes,  con materiales y estructuras pobres o hippies. Todo una mezcla.

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Rica mezcla

En la actualidad, los modelos que lucía la jet set de los años 50 en la Costa Azul, la ebriedad juvenil de Grace Kelly o el «chic wasp» de Autrey Hepburn en “Vacaciones en Roma”, se mezclan con ricos brocados que recuerdan a la María Antonieta de Sofía Coppola.

Todo ello en lucha armónica con bustiers serigrafiados de la mano de los maestros expresionistas.

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