Bogotá, (EFE).- Una mujer de 95 años, residente en la ciudad colombiana de Medellín, tramitó por primera vez su cédula de identidad para poder afiliarse a unos servicios funerarios, y murió una semana más tarde, informaron ayer medios locales.

El diario bogotano “El Tiempo” indicó que la campesina Ana Rita Cano, natural de la localidad de San Jerónimo, en el departamento de Antioquia, decidió que le expidieran su cédula de identidad, que nunca antes le había interesado tener.

Cano quiso adquirir un contrato para tener asegurados los gastos de su sepelio y para ello le exigieron la cédula.

   “Yo no me quería morir y dejarle esa carga a mi familia. Hoy en día un velorio y un entierro particulares salen muy caros”, le manifestó la anciana a sus familiares antes de morir, según el diario.

   Ana Rita Cano, que no sabía firmar, y menos leer y escribir, acudió a la oficina de registro con su sobrina Patricia Barrientos.

   Ocho días después de obtener el documento, la anciana sufrió un derrame cerebral, murió tras un día de agonía y la compañía de servicios funerarios asumió los costos del entierro.