Una noche de alabanzas a Dios

Una noche de alabanzas a Dios

SANTIAGO. Haciendo una combinación de buena voz, sentimiento y predica, Jesús Adrián Romero entregó dos horas de alabanzas a Dios, en un concierto ovacionado por una arena del Cibao abarrotado de personas.

¿Quién dijo que alabando al Señor no se goza? “Soplando vidas” logró una conexión inexplicable entre público, músicos y el artista que se adueño del escenario, con una pinta jovial: jeans, poloshirt y chaqueta negras y sus tenis.

El cantante mexicano de música cristiana inicio su concierto a las 9:00 de la noche, mostrando en pantalla gigante el propósito de esta gira. El artista hizo que todos se levantaran de sus asientos al interpretar el tema que le da nombre al concierto.

Luego siguió con “Ayer te vi fue más claro que la luna”, “Espérame”, “Mi vida sin ti”, “Aunque mis ojos no te puedan ver”, “Es por tu gracia” y “Eres mi universo”.

“Qué tal, cómo están? Después de dos años sin venir aquí a Santiago, al país, estoy muy contento de poder regresar. Nos encanta venir aquí por la fe, que el pueblo dominicano siempre ha profesado. Saben, lo que más disfruto es verlos sonreír. Gracias por estar aquí”, dijo.

Seguido invitó a todos los presentes a jamás menospreciar su temperamento, el que tengan, porque ese es un don importante para el propósito de Dios.

Luego realizo un popurrí de temas como “Que sería de mí”, “No tengo a donde ir”, “Alza mis manos señor”, “El día especial” y “Sumérgeme” que lo han colocado en la lista de los primeros cantantes cristianos de todas las épocas.

“No se puede ser padre, si no tienes una relación directa con Dios como padre e hijo. Lo más importante para mí, les confieso, no son los conciertos; lo más importante para mí son mis hijas”. A seguidas interpretó “Princesas mágicas”, que dedica a sus dos hijas, no sin antes abrir los brazos y exclamar: “hoy la dedico a todas las princesas que están aquí esta noche”.

Con su estilo único, Jesús Adrián reflexionó que hay una falta enorme de padres espirituales, aquellos que son los que mueven la iglesia. Pero también repasó sobre la necesidad de sentirse amado y aquí Jesús Adrian habló de su propia experiencia personal y con lágrimas en sus ojos, exteriorizo una de las anécdotas que más le tocan el corazón. “Mi padre nunca me dijo un te quiero o un te amo. Un día le reclamé y él sin dar su brazo a torcer me dijo que eso no era necesario porque yo sabía que él me amaba y que su familia era lo más importante. Pero yo necesitaba que él me lo dijera”.

Jesús Adrián concluyó su concierto con el tema “El quiere conquistarte” mientras el público aplaudía.

 

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