MIAMI.- Hasta hace pocos años generalmente no se le daba tanta importancia al dolor en el marco de una enfermedad o de una cirugía. Eso, felizmente, ha cambiado, y ahora mitigar el dolor físico ha pasado a formar parte de esa tendencia de la medicina moderna que consiste en mantener la calidad de vida.

El dolor postoperatorio de las cirugías, por ejemplo, se está mitigando con bombas endovenosas que se pueden dejar puestas entre 5 a 7 días. “Un buen ejemplo de eso son los pacientes a los que le hemos hecho cirugías del tracto digestivo, que se ven impedidos de tragar por varios días y, por ende, no les podemos dar analgésicos orales”, dice el doctor John Serpa, anestesiólogo y especialista en manejo del dolor en el Baptist Hospital, de Miami.

Explicó que tratar el dolor agudo es más fácil que tratar el crónico, que es el que dura más de seis meses.

Según Serpa, lo más nuevo en el tratamiento de los dolores crónicos persistentes (como el de espalda, el producido por el cáncer o el originado por artritis y por muchos tipos de enfermedades) son bombitas permanentes que se colocan mediante cirugía en la espina dorsal y que suministran medicamentos como la morfina u otros.

Pero definitivamente, el más novedoso es la estimulación de la cuerda final mediante un implante de electrodos en el espacio epidural o peridural, reveló el especialista de Baptist Hospital (international@baptisthealth.net). “Lo que hace el tratamiento es sustituir el dolor por una vibración, de forma tal que, comparada con el dolor, resulte una vibración no molesta, sino placentera”, resaltó Serpa.