La composición de la nueva Junta Central Electoral designada este miércoles por el Senado de la República garantiza el equilibrio, la transparencia y equidad que debe caracterizar el comportamiento de un organismo tan esencial en la organización de los procesos electorales y en la identidad ciudadana.
La gran experiencia del Dr. Julio César Castaños Guzmán que por segunda vez preside el Alto Tribunal comicial y la presencia de figuras como Roberto Saladín y Carmen Imbert Brugal, constituyen una especie de equipo de Grandes Ligas en términos morales, éticos y profesional.
Se trata sin lugar a dudas de una excelente elección que de antemano disipa todos los temores y preocupaciones del sistema político nacional y de la sociedad civil, pues con esa mayoría de hombres y mujeres probas y honestas no habrá sobresalto ni componendas que alteren la voluntad popular en la doble elección del 2020.
Siendo el Dr. Julio César Castaños Guzmán un hombre abierto, democrático, transparente y respetuoso de la ley, la armonía y unidad retornará a la Junta Central Electoral y en consecuencia se fortalecerá el sistema institucional dominicano.
La experiencia de la Dra. Rosario Graciano de los Santos, ratificada como titular, y del propio Henry Mejía será útil y valiosa en esta equilibrada Junta.
La elección de la nueva Junta Central Electoral quizás no complazca a todos los sectores porque eso es imposible, pero garantiza la diafanidad y limpieza de las próximas elecciones, y de entrada tiene la gran ventaja de que el Dr. Julio César Castaños Guzmán, quien la encabezará, ya fue su presidente, en consecuencia conoce a fondo el funcionamiento de esa honorable institución.