MILLIZEN URIBE
m.uribe@hoy.com.do
Para los miles de niños y niñas dominicanas  que deambulan por las calles, la posibilidad de  recibir educación, alimento y dormir bajo techo, más que una oportunidad, es una bendición.

Y así  es precisamente como estos chicos definen a  Muchachos y Muchachas con Don Bosco (MMDB), un proyecto que  nació en  el año 1985  de la inquietud de un grupo de jóvenes salesianos del barrio María Auxiliadora que se interesaron  en ayudar a los niños de la calle.

“A mis nueve años de edad yo vendía palomitas de maíz en las calles de La Ciénaga, hasta que un día una monja se me acercó y me invitó a unirme a Canillitas con Don Bosco. Desde ese momento mi vida cambió: comencé a estudiar y a disfrutar mi niñez”, expresa Anibelkis Mateo, quien hoy día es asistente de relaciones públicas, está casada y tiene dos hijos.

Experiencias positivas como la de Anibelkis motivaron  la ampliación del  proyecto, el cual hoy día constituye una red de organizaciones educativas y de formación integral que cuenta con 12 centros extendidos por Santo Domingo, Barahona, Jarabacoa, Mao y La Vega. 

Proceso.
Los niños que forman parte de Muchachos y Muchachas con Don Bosco se encuentran  en alta situación de riesgo (huérfanos o en extrema pobreza) y,  en su mayoría,  provienen de familias disfuncionales, explica el padre Luis Durán, director del Hogar Escuela Domingo Savio.

Es por eso que, en función de las necesidades de los niños,  los coordinadores del proyecto  han desarrollado un proceso que consiste en seis etapas: búsqueda, acogida, socialización, acompañamiento, testimonio y compromiso. 

“Lo primero que hacemos es ir nosotros mismos a la calle  a buscar a los muchachos; después los integramos a los centros y vamos iniciando dinámicas de socialización que los ayuden a desarrollar sus destrezas”, señala el padre  Durán. Para lograr esta  integración y  socialización,  se les ofrece  formación humana-cristiana, inserción y seguimiento escolar, capacitación laboral, educación artística, recreación y deportes, atención familiar, asistencias social y  legal, y salud.

Un proyecto de todos. 
“Aspiramos al surgimiento  de una conciencia social que cree un compromiso de la sociedad dominicana mediante una red que involucre desde  los muchachos,  educadores y las familias, hasta los empresarios, los medios de comunicación,  el gobierno y el ciudadano común”,  expresa el padre Juan Linares, director general de MMDB.

“Nosotros sólo servimos como canal, pero la solución a la triste realidad de la niñez en   marginación social   depende de todo el pueblo   dominicano”, agrega.

Las frases

Darwin Aquino Suárez
Antes yo era chiripero pero ahora, aquí en MMDB, me educan para que sea un niño bueno y en el futuro sea un hombre de bien”.

Yunior Pérez
Me siento feliz de estar aquí.   Aprendo cosas nuevas en los talleres y por la tarde voy a la sala de tareas. Lo que más me gusta de este lugar es que no nos maltratan”.

Ana Rosa Nolasco
Aquí nos dan la oportunidad de hacer cosas interesantes como teatro, poesía, juegos deportivos y concursos de chichiguas”.

Padre Luis Durán
En Muchachos y Muchachas con Don Bosco abogamos por la defensa de los derechos de la niñez y del código del menor”.

Valioso aporte
Para su materialización, toda buena intención amerita de un soporte. Y esto es lo que ha sido el Centro Cuesta Nacional (CCN) para la Fundación Muchachos y Muchachas con Don Bosco. A través de una alianza estratégica, le ha donado desde el año 2001 hasta la fecha  más de 18.2 millones de pesos.

Vicky Malla, vicepresidenta de responsabilidad social y asuntos corporativos de CCN, explica que la ayuda que este grupo  de empresas provee a   MMDB forma parte de su  responsabilidad social corporativa.

“CCN se identifica plenamente con la labor de MMDB por lo que para ayudarle desarrollamos una fuerte campaña de recaudación de fondos tanto hacia lo interno como lo externo, la cual ha sido posible gracias al respaldo de nuestros proveedores,  clientes y empleados”, expresa Malla.

Así, ejecutan cuatro grandes programas: “Tu cambio por el cambio”, que contempla el aporte de clientes a través de alcancías colocadas en las tiendas de CCN, “1 + 1”, que implica la duplicación de cada peso que hagan sus empleados, la rifa anual de un vehículo y otras ayudas directas.

Estos aportes han sido utilizados por la Fundación en los distintos centros de la red, así como en cursos, talleres, convivencias, contratación de personal docente, material gastable y equipamiento de salas de tareas y bibliotecas.