Por ROSARIO TIFÁ
El vestuario recobra una inusual importancia en las fiestas de Fin de Año, durante las cuales las personas se esfuerzan por lucir sus mejores galas, en medio de un ambiente donde la alegría y la esperanza de obtener nuevas buenas se manifiesta con una mayor devoción y firmeza.

Tres reputados diseñadores dominicanos que enriquecen nuestra portada con su trabajo expresan a través de cada diseño esa alegría y esos sueños anidados durante todo un año por una persona que aprovecha, según su estilo, transmitirlo en las fiestas de despedida del año viejo y el recibimiento de un nuevo año.

Todo se une para lograr un vestuario excepcional: diseños de princesas, colores alegres y texturas de sueños.

Además del diseño, los colores cobran un gran protagonismo en los trajes de fin de año, porque sus matices determinan el estado de ánimo de la propia personalidad del invitado a la fiesta.

Los rojos, los azules celestes, añil, mamey, morados, dorados, plateados, naranjas, verdes junto a un arco iris más intenso siempre estarán presentes en los trajes para fiestas.

Los oscuros como el negro, azul noche, marrones y grises penetran en el carnaval de colores, que en caso de las fiestas de fin de año, pueden elevar el «look» combinado con otros brillantes o con un accesorio elegante.

En los hombres, aunque no hay una variedad tan abundante como en el caso de la mujer, el negro y azul profundo son los ideales para las fiestas de gala realzado con sus complementos en blanco. Un clavel rojo se convertiría en una clave perfecta porque le da ese toque especial de elegancia.

Para fiestas menos pomposas, esos colores se hacen acompañar de otros menos rígidos como los marrones, cremas y blanco.

Las telas y texturas también se lucen en esas ocasiones donde los chifones, sedas, encajes, organzas y bordados para las damas y el casimir, terciopelo y corduroy ( ahora de moda) se constituyen en cómplices de ese mundo glamouroso y elegante.

Magaly Tiburcio

Trabaja para que la mujer se luzca en una forma glamourosa, llena de fantasía y optimista frente a los cambios que le traerá el nuevo año.

Cada pieza –expresa– está concebida de tal manera de que la mujer transmita seguridad, bonanza, alegría y que pueda lucirla con facilidad en los salones de fiestas.

Esta elaborada también con la finalidad de que quien la lleve se sienta confiada en que se convertirá la reina de la noche, porque además de moderna estará actualizada.

Los trajes están inspirados en la obra del gran artista Gaudí.

Elisa Morató

Sus diseños visualizan a una mujer cargada de esperanza, abierta para recibir la energía positiva depositada internamente y que se manifiesta fuera a través de una envoltura de fluidez, dinamismo y movimiento.

Los materiales, los colores y el propio diseño destacan el interés de la diseñadora de que la mujer logre todas sus metas y proyectos de una manera positiva.

Martín Polanco

Para este diseñador el hombre debe lucir sobrio, dependiendo de su temperamento y gusto, debido a que unos son más clásicos, tradicionales y otros más extrovertidos y vanguardistas.

Asegura que dependiendo de esa dualidad, cada persona tiene su manera de recibir el Año Nuevo, muchos con un gran optimismo, otros un poco pesimistas y eso se refleja en las fiestas.

Recomienda para las veladas de gala llevar el clásico negro o esmoquin para los más clásicos y una ropa de vanguardia para los más atrevidos, de forma que todos puedan disfrutar con libertad esos momentos trascendentales para cualquier persona.

Martín Polanco escogió la figura del actor Anthony Álvarez, figura principal de la película «La Maldición del Padre Cardona», mientras que Magaly Tiburcio y Elisa Morató prefirieron a las modelos profesionales Gilda Santana y Karen Yapoort Evangelista.

Diseños: Magaly Tiburcio, Elisa Morató, Martín Polanco.
Modelos: Anthony Álvarez, actor dominicano; Gilda Santana, independiente, y Karen Yapport Evangelista, agencia Barbizon School.
Fotos: Bernard Hernández y Franklin Marte.