Una papa muy caliente

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El presidente de EE.UU., Barack Obama, selló ayer lunes el plan para poner fin en 2014 a la guerra en Afganistán, cada vez más impopular. Obama llegó a la reunión de la OTAN  con el interés de que ésta avalara su plan para la retirada de Afganistán y de lograr un compromiso entre los socios de la Alianza para no abandonar a las fuerzas afganas a partir de 2015. En la foto, Obama conversa con los presidentes de Afganistán y Pakistán, Hamid Karzai y Asif ali Zardari.

Chicago (EE.UU.) EFE. El presidente de EE.UU., Barack Obama, selló ayer, lunes, el plan para poner fin en 2014 a la guerra en Afganistán, cada vez más impopular, en una cumbre de la OTAN que le sirvió también de escaparate para remarcar su compromiso con la recuperación económica con vistas a la reelección. Obama llegaba a su ciudad de adopción, Chicago, con el objetivo de que la OTAN avalara su plan para la retirada de Afganistán y de lograr un compromiso entre los socios de la Alianza para no abandonar a las fuerzas afganas a partir de 2015.  

Y la cumbre mantuvo el rumbo fijado para que la mayor parte de las tropas aliadas salgan de Afganistán a finales de 2014. Además, la OTAN lanzará una nueva misión en ese país a partir de 2015 encargada de formar y asesorar a las fuerzas de seguridad afganas. “Nuestra coalición está comprometida con este plan de llevar la guerra de Afganistán a un final responsable”, recalcó Obama en una rueda de prensa al término de la cumbre.

El cierre de la guerra “no marca el fin de los desafíos en Afganistán ni de nuestro compromiso con ese importante país, pero estamos haciendo un progreso sustancial en nuestro objetivo central de derrotar a Al Qaeda”, agregó.  

Según las últimas estadísticas, casi 2,000 militares estadounidenses han fallecido en Afganistán desde que el Gobierno de George W. Bush decidió invadir el país en octubre de 2001 para eliminar a la red terrorista Al Qaeda, responsable de los atentados del 11S contra Nueva York y Washington.  

El descontento de los estadounidenses con la presencia de su país en Afganistán va en aumento, de acuerdo con encuestas recientes, y esa sensación creciente de que la guerra no vale la pena puede pesar entre los votantes.

La clave

El Taliban

Los talibanes “siguen siendo un enemigo fuerte y los logros son todavía frágiles”, advirtió Obama al argumentar que la salida de Afganistán es un “proceso, a veces complicado”, como lo fue la retirada de Irak.   De cara a las elecciones presidenciales de noviembre, en las que buscará un segundo mandato, a Obama también le interesa que la eurozona salga de la crisis, porque eso repercutirá favorablemente en la recuperación económica en EE.UU., todavía frágil.

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